El gobierno de México elabora un proyecto de ley de desplazamiento forzado, como base para el reconocimiento de este fenómeno vinculado al aumento de la violencia, los conflictos sociales y fenómenos naturales.

Si bien no hay una cifra definitiva del número de afectados, la organización internacional Observatorio de Desplazamiento Interno divulgó esta semana, ante funcionarios de la Secretaría de Gobernación (SG), su más reciente informe en el que reporta 338 mil desplazados en México.

En ese recuento general no detalla las causas, pero en el último cálculo, correspondiente a 2018, sí precisó que en ese lapso se añadieron a la lista 31 mil víctimas: 20 mil por desastres naturales y 11 mil por conflictos y/o violencia.

La necesidad de atender esta situación se evidencia cuando este grupo internacional advierte que sólo se tiene verificada la solución –de protección y servicios– para mil 800 personas desplazadas y con solución duradera para sólo 72.

El Informe Mundial sobre Desplazamiento 2019 incluye a México en el bloque de países más afectados; si bien no tiene los altos rangos de las naciones de Asia, por ejemplo, hay un incremento general en nuestra nación.

Es por ello que las autoridades federales han establecido un reconocimiento sin precedente del problema y pretenden construir un anteproyecto para la creación de una norma en la que se precisen las causas y consecuencias del desplazamiento forzado de personas.

Los efectos, se indicó en un coloquio internacional sobre este tema realizado en la SG, son: rompimiento de familias; deterioro de los lazos sociales y culturales; pérdida patrimonial; falta de acceso a la educación y otros servicios básicos como la alimentación; el quebranto de relaciones laborales e incapacidad de acceder a satisfactores vitales.

Vicente Anzellini, coordinador del Observatorio, advirtió que no se ha reducido el fenómeno; al contrario: se incrementa cada día a escala mundial.

Por ello, dijeron los especialistas partícipes en el coloquio, es necesario, ante este desafío, primeramente obtener más datos del número de personas afectadas; generar elementos de protección para éstas y buscar la manera de brindar servicios de salud, educación, albergue, alimentos y agua.

Destacaron que la invisibilidad del desplazamiento tiene ya repercusiones en el fenómeno migratorio.

A escala mundial se previó, al cierre de 2018, 28 millones de nuevos desplazamientos internos por conflictos, que se desarrollaron en 148 países y territorios.

En el caso de nuestro país, este Observatorio realizó hace algunas semanas una visita de campo a Chiapas, para visitar zonas en donde viven desplazados por la violencia. Para el reporte anual tomaron distintas fuentes de información.

Este grupo global alertó también a nuestro país de los próximos desplazados a consecuencia de estragos por fenómenos naturales como terremotos, inundaciones, marejadas y viento, entre otras causas.

En los trabajos del coloquio Panorama regional sobre desplazamiento forzado interno y perspectivas para el Estado mexicano participaron funcionarios de la subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, en particular, Rocío González, responsable de la Unidad de Política Migratoria de la SG.