Una agencia del gobierno estadunidense anunció este viernes que invertirá en el financiamiento de un gasoducto que construye Rassini en el sur de México para proveer de energía a los estados de la zona, entre ellos Oaxaca y Chiapas.

El director ejecutivo de Corporación de Financiamiento del Desarrollo Internacional de Estados Unidos (DFC, por sus siglas en inglés), Adam Boehler, firmó la carta de intención para financiar parte del ducto de gas natural construido por Rassini. Ello, en un acto en la sede de la cancillería mexicana que fue atestiguado por el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, y el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau.

El gasoducto, con una inversión de 632 millones de dólares, atenderá el sur de México y tendrá potencial de extenderse a otros mercados de la región. El apoyo de la DFC está sujeto al proceso de revisión integral de la agencia y al establecimiento de acuerdos de compra comercialmente viables con proveedores de servicios públicos mexicanos.

La inversión del sector privado es esencial para promover el desarrollo de comunidades prósperas, estables y seguras en todo México, dijo Boehler.

Impulso al desarrollo

Ese ducto fomentará el desarrollo en el sur de México al tiempo que fortalecerá la seguridad energética y facilitará el comercio. Esos avances acelerarán el crecimiento económico y crearán oportunidades transformadoras en el sur del país para mejorar la calidad de vida.

Boehler encabezó una delegación que también incluye a la asesora principal de la DFC para el hemisferio occidental, Kristie Pellecchia, y al director de asuntos del hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Mauricio Claver Carone. Durante la visita, el grupo se reunió con los ministros de finanzas de México, El Salvador, Guatemala y Honduras.

Rassini, firma mexicana, es el productor más grande de componentes para suspensión de vehículos comerciales ligeros en el mundo y el único productor en América de discos para freno verticalmente integrado.

La DFC es la agencia sucesora de Corporación de Inversión Privada en el Extranjero, institución financiera de desarrollo del gobierno de Estados Unidos que moviliza capital privado.