México ha fracasado en garantizar la seguridad de las personas solicitantes de asilo en Estados Unidos que son devueltas al país mediante los llamados Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), denunció la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola, por sus siglas en inglés), junto con más de 160 organizaciones y grupos de mexicanos y de estadunidenses. El contingente de organismos civiles y activistas envió una carta al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y a la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en la cual exponen las condiciones que viven estas personas, así como los riesgos a los que se exponen.

Con base en una revisión de informes públicos compilada por la organización Human Rights First, en el texto se reporta que, desde el inicio del programa en enero hasta finales de septiembre, han habido más de 340 casos de personas devueltas mediante el MPP que han sido víctimas de secuestro, violación, extorsión, tortura y otros ataques violentos en México.

En tanto, una encuesta realizada por la Universidad de California, en San Diego, encontró que casi una cuarta parte de 607 personas entrevistadas que habían sido devueltas a Tijuana y Mexicali fueron amenazadas con violencia física, mientras esperaban en México, y más de la mitad habían sufrido algún tipo de violencia en el país. Exponen que, mediante el plan conocido como Quédate en México, a la fecha más de 50 mil personas solicitantes de asilo en Estados Unidos han sido devueltas a territorio mexicano para esperar sus audiencias.

La irresponsable expansión de este programa, acordada en la reunión entre el secretario Ebrard y el vicepresidente de los Estados Unidos, Michael Pence, el 10 de septiembre pasado, ha agravado la situación en las ciudades fronterizas mexicanas y expuesto a graves riesgos a miles de personas, en particular a las personas devueltas a las ciudades fronterizas en Tamaulipas, condenaron.