Entender cómo resiste un grupo de personas que es vulnerabilizado y juzgado por la sociedad. Para la realizadora Laura Herrero Garvín la anterior fue la motivación para filmar La Mami, documental que retrata la vida de las mujeres que trabajan de ficheras en el bar Barba Azul de la Ciudad de México.

En entrevista, la directora de cine española dijo que fue una conversación entre un par de mujeres lo que le despertó curiosidad por esa historia, así que esa misma noche pidió a doña Olga, encargada del baño del bar, que la dejara contar su relato.

Durante tres años Laura Herrero se dedicó a conocer a las mujeres cuyas vidas retrataría. Antes de llevar consigo una cámara, la cineasta quería generar vínculos. El resultado fue un documental en el que se observa a sus personajes interactuar de manera natural.

De acuerdo con Herrero, era muy importante que sus protagonistas no se dirigieran a ella, pues consideraba que lo importante era retratar las alianzas que se forman en un ambiente así.

La realizadora considera que el documental y la ficción, en el resultado, no deberían tener diferencia, y por la manera en que está contada La Mami, bien podría tratarse de cualquiera de los dos casos.

Para estas mujeres, el baño es una burbuja de confianza dentro del Barba Azul, y es dentro de ella donde sucede la mayor parte de la cinta.

La directora explicó que fue así como conoció la importancia de estos espacios.

En un lugar donde las mujeres tienen que competir, exponerse, vulnerabilizarse, es muy importante contar con un espacio como este baño, donde hay una pieza clave, que es una mujer, el pilar que va a estar ahí siempre para cuidarlas, aconsejarlas y sujetarlas si están borrachas, explicó.

Mujeres guerreras

Asimismo, indicó que estos espacios son esenciales cuando la sociedad en que la vives te juzga y te estigmatiza constantemente.

De hecho, la realizadora dijo sentir admiración por estas mujeres, pues pese a ser personas en una situación delicada, no las ve como víctimas, sino como guerreras que tienen colores porque nadie es bueno o malo nada más.

Le llevó cinco años a Herrero Garvín terminar su película. Este año, La Mami forma parte de la competencia oficial de una de las muestras de cine documental más importantes de mundo, el Festival Internacional de Documental en Ámsterdam.

Según lo dicho por la propia directora, lo que más le alegra es que haya gente interesada en ver su trabajo; de las ocho funciones programadas en el certamen, sólo quedan entradas para una.