Un total de mil 539 mujeres han sido reportadas como desaparecidas o no localizadas en Locatel, principalmente en Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero, de las cuales una de cada cuatro aún no cumple 18 años, informó Fernando Elizondo García, titular de la Comisión de Búsqueda de Personas de la Ciudad de México.

La desaparición de personas, consideró, debe ser analizada con perspectiva de género para comprenderla cabalmente y enfrentarla de manera más eficaz y focalizada, pues muchas veces los motivos están asociados a su género y edad.

Además, las características sociales y demográficas de la capital del país se traducen en que ciertos sectores sean más propensos a la desaparición, de acuerdo con una revisión minuciosa de los datos arrojados por ese sistema.

De marzo de 2017 a octubre de este año, precisó, suman 132 mil 538 reportes de personas desaparecidas, de las cuales 100 mil 999, equivalentes a 76.2 por ciento, son hombres y el resto mujeres, con una proporción de 23.8 puntos porcentuales.

El 45 por ciento se cierra en promedio el mismo día que fue realizado y esa cifra se eleva a 77 durante la primera semana, y es el rango de edad en que más mujeres son reportadas como desaparecidas de 15 a 24 años, aseguró.

Destacó que en poco más de 60 por ciento, quienes reportan los casos son mujeres, donde sobresalen la madre, esposa y hermanas, lo cual ratifica el importante papel político y social de las mujeres en la exigibilidad de los derechos humanos.

El promedio diario de reportes de desapariciones es de uno, pero ha llegado a cinco, debido a que las mujeres resultan más afectadas en las edades en que usualmente presentan un margen más amplio de vulnerabilidad.

Las demarcaciones con mayor incidencia, de acuerdo con la información de Locatel, son: Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero, tanto para casos de hombres como de mujeres, puntualizó.

Por otra parte, familiares de Karina Domínguez Morales denunciaron que a casi cuatro meses de su desaparición, la Procuraduría General de Justicia no cuenta con ningún avance en la investigación, ni ha considerado los testimonios y pruebas aportadas.

El encargado de iniciar la búsqueda, Alberto Perdomo, no sólo pretendió estigmatizar a la mujer, sino que retardó la búsqueda de pruebas, imágenes de videocámaras y entrevistas con quien estaba el 28 de julio pasado, cuando se supo de ella por última vez.

Mencionó que la denuncia de que sufría violencia por su pareja sentimental tampoco fue considerada en la investigación, por lo que exigieron a las autoridades capitalinas actuar como han hecho en otros casos de desapariciones.