Sábado 7 de diciembre de 2019, p. 29
Tlaxcala, Tlax., Eurodiputados impresionados por la degradación ambiental provocada por la contaminación de la cuenca Atoyac-Zahuapan, ofrecieron que exigirán a sus gobiernos que obliguen a sus empresas trasnacionales causantes de este desastre en Tlaxcala y Puebla, a acatar estándares internacionales y que toda internacionalización vaya acompañada del respeto a los derechos humanos.
La Caravana Toxitour, integrada por alrededor de 50 personas representantes de más de 30 organizaciones sociales locales, nacionales e internacionales, visitaron la descarga del corredor industrial Quetzalcóatl en Villalta, municipio de Tepetitla, Tlaxcala, considerada una de las áreas de mayor contaminación en la entidad, cuarto punto de la ruta.
En este lugar, los especialistas escucharon los testimonios de pobladores y activistas, quienes demandaron justicia ambiental. Conocieron los casos de Nachito, un niño de nueve años de edad, y de Zelma, una mujer joven, quienes a causa de cáncer y leucemia murieron. El agua que daba vida, ahora causa muerte
, dijeron.
Alejandra Méndez Serrano, directora del Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local AC, señaló que de acuerdo a muestras de la Comisión Nacional del Agua en 2005, este afluente recibió más de 81 mil 700 toneladas de sustancias contaminantes, como benceno y tolueno.
En tanto, el 21 de marzo de 2017, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió la recomendación 10/2017 al gobierno federal, a los estatales de Puebla y Tlaxcala y a los de cinco municipios de ambas entidades, por la contaminación a esta cuenca, pues en su ribera habitan más de 70 mil personas en riesgo, aunque en toda la zona metropolitana de esta región la cifra es superior a dos millones.
Los integrantes de la caravana conocieron que no existe un registro preciso del número de ciudadanos enfermos de males renales y cáncer, porque hay muy poca información pública
respecto a la morbilidad.
De manera simultánea, la investigadora Inés Navarro González, del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, junto con su equipo, realizó muestreos del agua en la descarga industrial.
Medimos el PH que nos dice qué tan ácida o alcalina es el agua, por ejemplo, el de una bebida de cola es de dos y se recomienda usarla para limpiar sanitarios; pero el de aquí fue tendiente a neutro, de alrededor de 7.5, en otras ocasiones ha sido mucho mayor, de 8.5, pero esto refleja que hay una variabilidad en las descargas industriales, no siempre es en los mismos volúmenes
, resaltó la investigadora.
Los integrantes de esta caravana, varios con cubreboca, constataron el olor fétido que emana del río, así como el color oscuro generado por los desechos tóxicos, entre ellos la tintura usada por las plantas mezclilleras.