Sábado 7 de diciembre de 2019, p. 6
La Iglesia católica continúa en diálogo con el gobierno federal para avanzar en la puesta en marcha de su programa nacional de construcción de paz.
El vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Garfias Merlos, expuso que los obispos han propuesto la constitución de un consejo nacional para la paz, así como desarrollar un proyecto de educación en este mismo sentido y crear un modelo de atención a víctimas de violencia.
En tanto, anunció, la estrategia de la Iglesia para la construcción de paz ya se puso en marcha en Michoacán. Ahí han impulsado centros de escucha donde se brinda atención integral a víctimas y personas con adicciones.
También, agregó, se realizan misas callejeras. Nos vamos a la colonia más violenta, sacamos a la gente a la calle, les decimos que escriban en una lista los nombres de sus familiares o conocidos que han sido víctimas de la violencia, y los invitamos a que juntos oremos por los que murieron, por los afectados física o emocionalmente y a que todos hagamos desde la eucaristía una experiencia de consuelo y fortaleza
.
Para la aplicación de la estrategia, aseguró, han recibido financiamiento de Catholic Reliev Services por 850 mil pesos y del gobierno estatal por 2 millones.
En el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), donde ofreció una conferencia, Garfias Merlos destacó que las autodefensas podrían colaborar en brindar mayor seguridad a la población si las autoridades las organizaran y capacitaran.
Expuso que en Morelia, Michoacán, donde es arzobispo, mantiene buena relación
con todos los grupos de autodefensa. No obstante, agregó, es un hecho que legalmente los ven como delincuentes
. Indicó que a lo largo de su trabajo no ha tenido diálogo con criminales.
También mencionó que hay enojo en algunos sacerdotes por la violencia que afecta a sus comunidades. Narró que en un retiro en el presbiterio de Apatzingán le expresaron el rencor y ganas de venganza que tienen porque ven que su gente está siendo lastimada
. Para ellos, la autoridad es la culpable
.
Señaló que uno de mis pecados como arzobispo de Morelia ante mi presbiterio es que tengo relación con el gobernador (Silvano Aureoles) y estoy buscando que todos se relacionen con sus presidentes municipales, autoridades, en medio de una resistencia o inconformidad. A veces hasta me recriminan porque esté favoreciendo esto
.