Durante el Simposio Nacional sobre Sistemas de Captación de Agua de Lluvia, en la Cámara de Diputados, se anunció la pretensión de elaborar una ley en la materia, porque tales sistemas de captación permitirían que los 625 milímetros de agua que caen en promedio en el país, con la atención de una superficie de 2 millones de kilómetros cuadrados, se podrán almacenar 1.25 billones de metros cúbicos al año.

María Eugenia Hernández (Morena), secretaria de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, dijo que se necesitan políticas para impulsar la práctica de captación y uso de lluvia. Su aprovechamiento es crucial para la humanidad, porque es indispensable para garantizar el equilibrio ecológico, la vida humana y la soberanía alimentaria de México. “Es indispensable ejecutar todas las posibilidades que garanticen el acceso al agua porque la producción agrícola y algunas ramas pesqueras dependen del líquido.

La falta de agua es el mayor desafío que la humanidad tiene que enfrentar, a esto tenemos que sumar el cambio climático que se manifiesta en la disminución del volumen de precipitación pluvial.

Max Correa Hernández, diputado local del estado de México, expuso que en aquella instancia ya se trabaja en la creación de la ley general de los derechos de la naturaleza del estado de México con la finalidad de reconocer los derechos de la madre tierra ante la Constitución. Estamos solicitando que esta iniciativa llegue al Senado y que la Cámara de Diputados sea la revisora.

Expertos propusieron la instalación de sistemas de captación de lluvia en las escuelas públicas, para su reutilización en baños y jardineras, así como instrumentos de purificación para que pueda usarse en bebederos.

Manuel Anaya Garduño, de la Red Temática en Scall-Colpos, dijo que se requiere la captación, almacenamiento y purificación de agua en las escuelas, lo cual ha sido una propuesta reiterada de organizaciones desde 2004.

María Eugenia Miranda Martínez, directora de proyecto Micas, señaló que el abasto es tema de seguridad nacional, además que la escasez se ha vuelto problema de género, especialmente por las mujeres que, en búsqueda del líquido en pozos u otros sitios han sido violadas, agredidas o acosadas.