Rechazo a un sistema por puntos
Macron presentará la iniciativa al Congreso mañana
Martes 10 de diciembre de 2019, p. 27
París. La huelga contra la reforma al sistema de pensiones del presidente Emmanuel Macron entró ayer en su quinto día y provocó el colapso en el sistema de transporte público de importantes ciudades francesas, con el Metro y trenes suburbanos repletos a pesar de la petición de no acudir a las estaciones.
Nueve de las 15 líneas del Metro de París estuvieron cerradas y sólo dos, automatizadas, trabajaban normalmente.
La compañía nacional de ferrocarriles SNCF informó que funcionó entre 15 y 20 por ciento
de su tráfico habitual, con un servicio internacional muy perturbado
.
Ante la falta de transporte público, y en una mañana de fuertes lluvias, muchos no tuvieron otra opción que utilizar sus vehículos, lo que creó más de 600 kilómetros de embotellamientos en la región parisina, tres veces más de lo normal.
Asimismo, siete de los 25 depósitos de autobuses en París amanecieron bloqueados por huelguistas, por lo que apenas un tercio de los camiones pudieron circular en la capital francesa.
Los sindicatos convocaron a mantener huelgas y manifestaciones, tras el éxito de la primera jornada que el jueves pasado congregó a 800 mil personas en las calles.
Bajo presión máxima, el Ejecutivo presentará mañana su iniciativa de reforma, de la que por el momento sólo se conocen líneas generales.
El alto comisionado Jean-Paul Delevoye, quien redactó la reforma, se reunió ayer con los sindicatos para tratar de salir del estancamiento.
Sin embargo, los trabajadores están determinados a mantener la presión. No cederemos hasta que retiren
la iniciativa, en la que no hay nada bueno
, indicó Philippe Martinez, secretario general de la Confederación General del Trabajo, una de las principales centrales obreras del país.
El Ejecutivo defiende la creación de un sistema universal
de pensiones, por puntos, que remplazará a partir de 2025 a los 42 regímenes de pensiones actuales.
Para el gobierno se trata de un sistema más justo
, pero quienes se oponen a él –casi la totalidad de los sindicatos y la oposición de izquierda– temen una mayor precariedad
en el monto de las pensiones para futuras generaciones.