Comprar medicinas a laboratorios asiáticos conlleva el riesgo de que en México se pierdan empleos y de que haya incumplimiento de contratos, como ocurrió este año con la empresa Wockhardt, de India. Vendería insulina glargina a un precio 5 por ciento menor respecto de la oferta que hicieron los laboratorios nacionales, pero sólo entregó 30 por ciento de lo comprometido, por lo que la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) recurrió a los fabricantes del país.

El problema, explicó Arturo Morales Portas, presidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf), es que las líneas de producción habían sido cerradas y los empleados reubicados o despedidos. Aunque llevó tiempo, se retomaron las actividades para proveer el medicamento a instituciones públicas de salud en el segundo semes-tre de 2019. 

En entrevista, señaló que cada medicamento que el gobierno compre en el extranjero podrá ser más barato, pero repercutirá en la economía nacional. Esta posibilidad está latente porque se convocó a una licitación pública internacional abierta. Podrán participar empresas de cualquier otro país y nosotros sólo pedimos que haya un trato igual para todos, los de dentro y los de fuera. 

De tal manera que si para los extranjeros se agilizan los trámites de autorización de registros sanitarios, como se supone ocurrió con la insulina glargina metotrexato, empleados contra el cáncer, también se prevé que se beneficie a las empresas en espera de solución a sus peticiones de renovación de permisos.

El representante farmacéutico expuso que en el pasado se otorgó el registro sanitario para un antirretroviral en un plazo muy corto. Queremos un trato igual, no que se abra la puerta a las empresas asiáticas mientras a nosotros nos siguen teniendo una desconfianza que no nos merecemos.

En tanto, ayer se realizó la junta de aclaraciones de la compra consolidada de medicamentos para el abasto de 2020. La Oficialía Mayor de Hacienda respondió a las preguntas y esperaba que antes de las 18 horas los participantes formularan nuevos cuestionamientos sobre las respuestas que recibieron.  

Morales Portas comentó que el retraso en los trámites se debe a varias razones, entre ellas, la tardanza para la designación de la titular de la Comisión de Autorización Sanitaria, luego por la revisión de expedientes atrasados que se hizo en esa área y los problemas con los terceros autorizados.

El comisionado José Alonso Novelo comentó a La Jornada (7/10/19; bit.ly/2RAKvRy) que había encontrado corrupción en algunas de las empresas que fungen como terceros acreditados para precalificar los expedientes. Ayer, el presidente de Amelaf comentó que todas siguen trabajando, pe-ro como un fabricante más. Ya no tienen una vía rápida en las autorizaciones de los trámites.