El consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados está relacionado con la obesidad y el aumento de peso, por lo que debe establecerse un plan de acción en la niñez y adolescencia, así como leyes y reglamentos que transformen el ambiente obesigénico para detener esta epidemia, instó un estudio de las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS). La tendencia del problema no disminuye, sino que aumenta, advirtió.

La investigación Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina de la OMS/OPS, sobre casos de Argentina, Chile, Brasil, Colombia, México, Perú y Venezuela, que concentran 80 por ciento de la población de la región, advierte sobre jugos y bebidas endulzados y las barritas energéticas o de tentempié.

Este problema afecta la salud, la capacidad económica y el desarrollo humano. Los productos ultraprocesados contienen exceso de sodio, grasas saturadas y azúcar, explicó Cristian Morales, representante en México de la OPS/OMS.

Consideró que se deben aplicar políticas fiscales, restringir la disponibilidad de esos alimentos y evitar la mercadotecnia dirigida a menores. Esto se hace en el tabaco y alcohol, hay que hacerlo también en los alimentos ultraprocesados. Se sabe que son la principal causa de dia-betes y cáncer, por lo que cambiar la dieta reduciría estas enfermedades.

El etiquetado en alimentos que se busca establecer para reducir la obesidad en México ha recibido ataques, señaló Simón Barquera, del Instituto Nacional de Salud Pública. Destacó que desde 2011 se advertía de lo funesta que es la publicidad dirigida a los niños. Desde hace 12 años hay políticas con miras a enfrentar ese problema, pero no se han podido establecer por la feroz presión de la industria.