Campo, único sector que ha crecido
Domingo 15 de diciembre de 2019, p. 19
Buenos Aires. El gobierno argentino subió el impuesto a las exportaciones de soya y granos a través de un decreto, debido a la grave situación
que atraviesan las finanzas públicas, en medio de la crisis económica del país sudamericano.
Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soya, el tercero de maíz y un importante proveedor global de trigo.
Los gravámenes a las ventas al exterior suben de 6.7 a 12 por ciento para maíz y trigo, mientras para soya –mayor producto de exportación– aceite y sus derivados pasa de 24.7 a 30 por ciento. El decreto también elevó de siete a nueve por ciento el impuesto a las exportaciones de carne bovina. Asimismo, el gobierno cerró los registros de exportaciones hasta el lunes para evitar que se inscriban nuevas operaciones con la cuota anterior.
Desde septiembre de 2018 y hasta el viernes pasado los granos pagaban cuatro pesos por dólar exportado, lo que en un inicio representaba un impuesto de 12 por ciento, pero quedó desactualizado por efecto de la fuerte depreciación de la moneda. El peso argentino se ha depreciado 70 por ciento desde enero de 2018.
El decreto, publicado en el Boletín Oficial para aumentar los impuestos a las exportaciones agrícolas, es una de las primeras medidas económicas desde que el mandatario Alberto Fernández, peronista de centroizquierda, asumió la presidencia, el martes pasado, en un país sumido en una recesión desde hace más de un año, con una inflación de 55 por ciento anual y donde la pobreza alcanza a casi 40 por ciento de la población.
Pese a la crisis, el campo es el único sector que ha crecido en el país sudamericano, con un alza de 46 por ciento anual en el segundo trimestre, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Teniendo en cuenta la grave situación que atraviesan las finanzas públicas, resulta necesaria la adopción de urgentes medidas de carácter fiscal que permitan atender, al menos parcialmente, las erogaciones presupuestarias con recursos genuinos
, explica el decreto.
La decisión generó malestar en el sector agrícola, que hasta el momento había mantenido una relación cordial con el presidente Alberto Fernández. Representantes del campo se mostraron decepcionados con la decisión Fernández.
Nos llama poderosamente la atención esta manera de enterarnos de las decisiones
, manifestó Carlos Achetone, presidente de Federación Agraria Argentina. Nuestras bases nos están llamando, nos están consultando. Obviamente hay malestar
, agregó.
Por su parte, Carlos Iannizzotto, titular de Coninagro –otra de las principales asociaciones rurales argentinas– dijo a Reuters que la medida no es un buen comienzo
para el gobierno de Fernández.
En Argentina, considerada uno de los mayores productores de alimentos, las llamadas retenciones
a las exportaciones agrícolas desataron en 2008 una fuerte disputa entre el poderoso sector y el gobierno de la entonces presidenta Cristina Fernández (2007-2015), actual vicepresidenta y titular del Senado.
Una de las primeras medidas del presidente Mauricio Macri al asumir, en diciembre de 2015, fue la eliminación de los impuestos a las exportaciones de productos agrícolas, salvo en el caso de la soya, en el que comprometió una baja paulatina.
Pero en 2018, en el contexto de la crisis financiera y cambiaria que llevó a Macri a recurrir al Fondo Monetario Interrnacional para un crédito de 57 mil millones de dólares, volvió a aplicar un impuesto temporal
de cuatro pesos por dólar exportado para todos los granos, mientras para la soya fue de 18 por ciento.