Viernes 27 de diciembre de 2019, p. 26
A siete semanas de la toma de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las estudiantes en paro continúan firmes en su demanda de cambios profundos en la institución para eliminar la violencia machista
.
Con ayuda de otros alumnos y académicas que se les llevan víveres, las chicas que se apoderaron de la unidad el 4 de noviembre aseguran que mientras no se cumplan sus demandas mantendrán el paro, que con 54 días de duración ya es el más largo desde que Enrique Graue Wiechers inició su rectorado, en 2015.
En días previos, las autoridades universitarias y la dirección de la facultad presentaron propuestas para atender las exigencias: atención eficaz a las denuncias de violencia de género, expulsión de los agresores y cambios institucionales para prevenir el acoso y las agresiones sexuales. Además, convocaron a las estudiantes a dialogar públicamente.
Ellas no han informado si aceptarán el diálogo y en qué condiciones podría darse. En ocasiones previas lo han rechazado porque consideran que no se garantiza su seguridad, que las convocatorias no son serias y no ha habido igualdad de condiciones para un encuentro.
En pleno periodo vacacional de la UNAM –que inició el 14 de diciembre y concluye el 6 de enero–, los accesos al plantel permanecen cerrados y tapiados con carteles y lonas que dificultan ver lo que ocurre dentro.
En la entrada principal de la facultad se registra la entrada y salida de alumnas que participan en el paro. En las cercanías hay personal femenino de los cuerpos de vigilancia de la universidad, cuya presencia fue acordada por las estudiantes en paro y las autoridades para atender cualquier emergencia o solicitud de apoyo.
Quienes se presentan en el lugar son, de acuerdo con alumnos, estudiantes que llevan víveres para apoyar a sus compañeras que han solicitado artículos para protegerse del frío y víveres.