María José Sánchez tenía seis años recién cumplidos cuando vio a la clavadista Paola Espinosa lanzarse desde la plataforma. Esa imagen tuvo un efecto poderoso. Ver a aquella joven con lances impecables la llevó a dedicarse a esa disciplina. Creció junto a su heroína, la vio prepararse para los Juegos Olímpicos de Río 2016, mientras Majo desarrollaba su talento en el mismo espacio. Incluso en algunos momentos compartieron entrenamientos. En una ocasión, Espinosa la alentó para continuar con el esfuerzo diario en los clavados.

“Majo, algún día vas a ser igual o mejor que yo”, dijo la clavadista y la niña que la idolatraba guardó para siempre esa frase como el vaticinio de un destino.

Esa frase me motivó a seguir luchando y no rendirme, recuerda Majo hoy a los 14 años; se metió en mi cabeza y lo tengo presente.

Sánchez debutó en su primer Mundial en Guangju y ganó medalla de bronce junto a Diego Balleza en plataforma 10 metros mixtos. A los 14 años, la pequeña admiradora de Paola Espinosa fue señalada como su heredera, el futuro de los clavados mexicanos.

Me consideran la sucesora de Paola, cuenta; pero eso no me presiona, sino me entusiasma porque no sólo quiero ser como Paola Espinosa, sino incluso mejor.

Mientras otros adolescentes invierten su tiempo en ocio y entretenimiento, ella vive interna en Villas de Tlalpan y se prepara bajo la tutela de la entrenadora Ma Jin. En la nota de un diario deportivo de hace algunos años, la clavadista luce como una niña y presume un peluche durante una celebración de Día de Reyes.

Los atletas de alto rendimiento hacemos grandes sacrificios, relata Majo; en mi caso el mayor es no ver a mi familia, a veces sólo los veo el domingo. Eso es lo más duro, pero llevo ocho años en el equipo de Ma Jin y esa es mi segunda familia. Bromeamos entre nosotros porque somos una bonita familia y disfruto lo que hago; si no te hace feliz, para qué lo haces.

Este 2019 lo cerró con el reconocimiento de las autoridades deportivas de la Ciudad de México, que le entregaron el Premio Estatal del Deporte. El próximo año será crucial en su carrera, porque espera buscar una plaza para los Juegos Olímpicos de 2020, donde podría consagrarse de manera temprana como el relevo generacional de los clavados mexicanos.

Me creo capaz de clasificar y también de dar un podio, advierte; lo principal para mí es Tokio 2020 y mi objetivo es conseguir una medalla, trabajo para eso.