Martes 31 de diciembre de 2019, p. 13
El incremento histórico de 20 por ciento al salario mínimo que comenzará mañana tiene como beneficiario directo a uno de cada cinco trabajadores en México, al ser más de 10 millones 948 mil las personas que perciben al menos un ingreso básico, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin embargo, el grado de informalidad en el país, donde seis de cada 10 personas no cuentan con reconocimiento laboral, desinfla la posibilidad de que el incremento, de 102.68 a 123.22 pesos diarios que regirá a partir de mañana, tenga un impacto extenso, explicaron especialistas.
El principal desafío es que la mayor parte, hasta 90 por ciento de quienes ganan un salario mínimo, está en la informalidad
, resumió José Luis de la Cruz, presidente del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico. En ese sentido, me parece que ese va a ser el problema
, subrayó.
La expectativa a la baja se debe a que ni siquiera uno de cada 10 trabajadores que obtiene lo mínimo cuenta con el amparo legal de que los incrementos se hagan efectivos. Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, en la economía formal sólo siete de cada 100 perciben el salario básico.
Ello, mientras las remuneraciones promedio en la formalidad están cerca de 375.49 pesos diarios en el año, prácticamente tres veces más del salario mínimo. Incluso, en los trabajadores del campo, donde los ingresos formales están más castigados, se pagan en promedio 225.77, frente a 102.68 que son ley del mínimo.
El Inegi revela que el incremento de 16 por ciento que se definió para 2019, lejos de implicar un avance generalizado, sólo movió la estructura de ingresos en el país, de acuerdo con la nueva medición de salarios.