Jueves 2 de enero de 2020, p. 27
El fraude con las recargas de saldo en las tarjetas del sistema de transporte data de al menos dos años cuatro meses.
A finales de agosto de 2017, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro desconectó sus sistemas centrales, lo que ocasionó que no se contara con un mecanismo que pudiera advertir de este tipo de ilícitos, de acuerdo con una carta de la empresa Spirtech –proveedora del servicio– dirigida a Manuel Molina Yerena, subgerente de Caja General del Servicio de Transportes Eléctricos de la Ciudad de México.
En la misiva, fechada el 24 de noviembre de 2018, y de la cual este diario tiene copia, se expone que en varias ocasiones se alertó a José Román Ruiz Hernández, subgerente de Informática de la Gerencia de Organización del Metro de los riesgos por desconectar estos sistemas.
STC... detuvo abruptamente los sistemas centrales de la ciudad... y se negó a restablecer su funcionamiento... Las fallas de conexión de STC hacen que sea imposible detectar y prevenir fraudes
, señala el documento.
Éstos fueron entregados por la empresa en 2012 y contaban con un detector de fraude, un centro de compensación, análisis estadístico y el supervisor SAM (administrador de activos de software), que evitaba el uso fraudulento de tarjetas.
El escrito firmado por su fundador y jefe ejecutivo, Frederic Levy, explicaba además una serie de procedimientos para la restauración del sistema.
Se enviaron 16 especificaciones técnicas a solicitud de José Luis Román de septiembre de 2016 al 9 de febrero de 2018 –cuando Jorge Gaviño aún era director del Metro– y entonces se sospechaba de que se deseara construir un nuevo sistema haciendo las mismas operaciones.
Incluso para garantizar la continuidad de operación se configuró un sistema seguro; no obstante, Román se negó a permitir el envío de las transacciones a este servidor
.
Ante ello, una de las respuestas dadas a la empresa era que se detenía toda conexión externa por razones de seguridad
.
Consultado al respecto, el ex director del Metro y actual diputado, Jorge Gaviño, indicó desconocer la situación y mencionó que Spirtech vendía las tarjetas más caras.
Un asesor en materia de transporte por más de 15 años, quien pidió el anonimato, dijo que no es necesaria la inversión de nuevas tarjetas, ya que la anterior puede integrar los sistemas de transporte.