De agente a jefe en un año
Domingo 26 de enero de 2020, p. 7
El ex comandante de la Policía Federal, Iván Reyes Arzate, detenido en Estados Unidos y acusado de recibir cientos de miles de dólares por brindar protección a grupos delictivos dedicados al tráfico de drogas que operan desde México, en tan sólo un año pasó de ser agente a jefe de un departamento dedicado a la investigación policial en la extinta Policía Judicial Federal, donde se unió al grupo que dirigían los comandantes Juan Carlos Mounssong Ventura e Igor Labastida (ejecutados en 2002 y 2008, respectivamente), y luego quedó a las órdenes de ex mandos de la Policía Federal que están siendo investigados por presuntos nexos con el narcotráfico.
Se integró al círculo más cercano del ex secretario de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, que estaba a cargo de las áreas de inteligencia, despliegue regional (vigilancia carretera), inteligencia, operaciones especiales y combate al narcotráfico, revelaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad, y que han sido informados de la indagatoria de fiscales estadunidenses.
Colabora con Estados Unidos
Reyes Arzate logró posicionarse como uno de los hombres de confianza de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), al colaborar con los funcionarios más cercanos a García Luna, como Luis Cárdenas Palomino, Domingo González, Francisco Garza Palacios, Ramón Pequeño García, Facundo Rosas y Édgar Millán Gómez (asesinado por presunta venganza de los hermanos Beltrán Leyva por brindar protección al cártel de Sinaloa).
Reyes Arzate, quien tiene como antecedentes laborales haber trabajado en una empresa privada de transporte público y desempeñarse como ejecutivo financiero en una institución bancaria, ingresó el 16 de abril de 2001 a la Policía Judicial Federal (PJF) que entonces estaba en proceso de transformación a la Agencia Federal de Investigación, bajo el mando de García Luna. Los registros refieren que antes de concluir el año ya era jefe de departamento y realizaba labores de investigación policial.
De 2001 a julio de 2002 se convirtió en uno de los operadores del comandante Juan Carlos Ventura Moussong, quien fue asesinado cuando se desempeñaba como supervisor de asesores de la AFI. El mando policial fue ejecutado por dos hombres cuando llegaba a su casa en la colonia El Manto, en Iztapalapa. Reyes siguió dentro de la corporación trabajando de manera cercana con los comandantes Igor Labastida, Cárdenas Palomino (Coordinación de Inteligencia para la Prevención en la AFI y fue jefe de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal); Domingo González (del Centro de Mando de Operaciones Especiales de la AFI) en contra de quien existía una orden de aprehensión por delitos contra la salud y delincuencia organizada, la cual no pudo ser ejecutada en 2004 por haberse dado a la fuga.
Labastida se desempeñaba como jefe de despliegue regional de la PF cuando fue ejecutado en junio de 2008, en la colonia Argentina, en la Ciudad de México, presuntamente por una venganza perpetrada por integrantes del cártel de los hermanos Beltrán Leyva debido a que brindaba protección al grupo de narcotraficantes de Sinaloa.
Entre 2005 y 2008, de acuerdo con las declaraciones patrimoniales, Reyes Arzate siguió ascendiendo dentro de la AFI y la SSP federal cuando García Luna dirigía ambas instituciones, ya que en la primera llegó a ser jefe de departamento y en 2008, ya en la Policía Federal fue designado subdirector en la Coordinaión de Inteligencia para la Prevención del Delito, instancia en la cual se le incorporó como integrante de un grupo especial de intercambio de información con agencias estadunidenses, hasta llegar a convertirse en el titular de la Unidad de Asuntos Sensitivos (UAS) de la Policía Federal.
En 2008 se le designó como jefe de área en la sección tercera del estado Mayor de la Policía Federal, al tiempo que inició sus estudios en la licenciatura en derecho, los cuales concluyó en 2012, cuando ocupó un cargo de dirección general en la División Antidrogas de la misma corporación, donde entre sus jefes estuvieron Ramón Pequeño García y Gerardo Garay Cadena.
Se entrega a la DEA 17 años después
Renunció en enero de 2017 a su cargo y un mes después se entregó a la DEA, esto, presuntamente cuando ya los órganos de inteligencia de México y Estados Unidos lo ubicaban como un participante de una red de corrupción que beneficiaba a grupos de narcotráfico y cobraba derechos de piso
a las organizaciones rivales al cártel de Sinaloa.
Reyes Arzate nunca difundió de manera pública sus bienes y propiedades, y siempre en sus declaraciones patrimoniales se negó a proporcionar sus ingresos financieros y cuentas bancarias, aunque diversos testimonios de integrantes de cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva señalan que recibía cientos de miles de dólares a cambio de protección o por información que evitara la captura de sus líderes o que sus cargamentos fueran confiscados.