Al menos 800 personas perdieron la vida cruzando desiertos, ríos y territorios remotos en diferentes rutas migratorias del continente americano en 2019, particularmente en la frontera México-Estados Unidos, de acuerdo con datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos (MMP, por sus siglas en inglés), compilados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Los anales de datos indican que ese fue uno de los años más fatales que se hayan registrado, al tener el número más elevado de muertes documentadas en esa región desde que la OIM empezó con el registro, hace seis años. En total se han contabilizado más de 3 mil decesos en América desde 2014.

Estas cifras constituyen un triste recordatorio de que la falta de opciones para una movilidad segura y legal lleva a las personas a caminos más invisibles y arriesgados, poniéndolas en grave peligro. La pérdida de vidas humanas nunca debe naturalizarse ni tolerarse como un riesgo asumido de la migración irregular, afirmó en un comunicado el director del Centro de Análisis de Datos de la OIM, Frank Laczko.

De acuerdo con el estudio, la región fronteriza entre México y Estados Unidos constituye uno de los sitios más visibles de muertes de migrantes en América, pues el MMP ha documentado 2 mil 403 en seis años –incluyendo 497 en 2019–, lo cual deja ver una tendencia creciente de fallecimientos cada año desde 2014.

La mayor parte de los decesos se registraron en las aguas del río Bravo, entre Texas y los estados mexicanos de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, donde 109 migrantes perdieron la vida en 2019, lo que representa un aumento de 26 por ciento respecto a los 86 de 2018.

Muchos también han intentado cruzar por el accidentado terreno de los vastos desiertos de Arizona, señala el estudio del MPP. Al menos 171 perdieron la vida en esta parte de la frontera en 2019, un aumento de 29 por ciento en comparación con los 133 decesos documentados ahí en 2018.

Los datos del MPP incluyen a los migrantes que fallecen en accidentes de transporte, naufragios, ataques violentos o debido a complicaciones médicas durante sus viajes, así como el número de cadáveres encontrados en los cruces fronterizos, que se clasifican como cuerpos de migrantes en función de sus pertenencias y/o las características de la muerte.