Alejandra La Tigre Jiménez pensó que era una mala broma de su equipo cuando le notificaron que había salido positivo uno de los cinco exámenes que se realizó para el combate donde conquistó el campeonato mundial supermedio del Consejo Mundial de Boxeo.

Pero no era una broma pesada. La prueba de orina que se hizo tras el pesaje un día antes de la pelea ante Franchon Crews el 11 de enero en San Antonio había salido positiva por un esteroide anabólico, informó la Asociación Voluntaria Antidopaje (Vada, por sus siglas en inglés). Para Jiménez es extraño que inmediatamente después del combate se sometió a otro examen, de orina y sangre, y el resultado fue negativo.

No hay ninguna lógica para ese resultado, ataja La Tigre; me sometí a un programa voluntario para alejar toda sospecha de dopaje; así que sería absurdo entrar por decisión propia a ese control y dar positivo.

Alejandra ya tiene fecha de audiencia para abrir la muestra B para desmentir o confirmar el positivo de dopaje que arrojó en enero. El 19 de febrero tendrá una audiencia con Vada en Estados Unidos para abrir la muestra B que será analizada. El test se hará en presencia de un especialista en representación de La Tigre, quien también será entrevistada por el organismo, como parte de la investigación que se inició a partir del resultado positivo.

La persona que me representa tiene sospechas de que el resultado positivo proviene de aparatos mal calibrados, comenta; me enoja que por errores de un organismo que se supone vigila la limpieza del deporte, la carrera de una atleta muy seria pueda ser manchada o aniquilada.

Jiménez está impaciente por cumplir la fecha para la audiencia. No tiene ninguna preocupación de que la segunda prueba sea adversa.

El trabajo con mi equipo fue muy cuidadoso. Mis adversarias se dedicaron a levantar sospechas sobre mi aspecto físico y yo me cansé de explicarles que podían trabajar tan duro como yo para ver resultados parecidos. Después de esto debemos asegurarnos que ninguna atleta sea señalada injustamente sin tener la pruebas contundentes de su culpabilidad o inocencia.