Integró equipo de campaña y de transición de peña nieto
De 2012 a 2016 crecieron deuda y pérdidas de la empresa, y se desplomó la producción de crudo
Jueves 13 de febrero de 2020, p. 5
La gestión de Emilio Lozoya Austin al frente de Pemex (2012-2016), la empresa más importante de México, estuvo marcada por un gran dispendio e ineficiencia, reflejada en el crecimiento de su deuda, aumento en sus pérdidas y desplome en la producción de crudo.
En sólo cuatro años, la petrolera mexicana acumuló pérdidas por un billón 127 mil 600 millones de pesos, las cuales estuvieron acompañadas por el incontenible ascenso de su pasivo total, que incluye la deuda financiera a proveedores y la reserva para beneficio de los empleados, que aumentó 60 por ciento y al cierre de 2016 superó 3.5 billones de pesos, alrededor de 172 mil millones de dólares de entonces.
En contraste, la extracción de petróleo crudo descendió de 2 millones 522 mil barriles diarios en promedio alcanzados en 2013 –primer año de su gestión– a 2 millones 154 mil barriles por día. Es decir, una caída de 14.5 por ciento, equivalente a 368 mil barriles diarios.
Lozoya Austin enfrenta acusaciones por supuestamente recibir pagos de la acerera regiomontana Altos Hornos de México S A (AHMSA), justo después de que la compañía estatal compró una planta para la producción de urea –que llevaba 14 años sin operar–, y sobornos de hasta 10 millones de dólares por parte de la constructora brasileña Odebrecht, para otorgarle contratos, entre otros cargos.
Es importante recordar que antes de que dirigiera una de las empresas más importante de América Latina, el ex director de Pemex formó parte del equipo de campaña y de transición de Enrique Peña Nieto para la Presidencia de México.
Lozoya Austin, quien precedió a Juan José Suárez Coppel en la empresa productiva del Estado, fue el primer director general de la petrolera después de la reforma energética, que según el discurso oficial la haría más eficiente para enfrentar la apertura del mercado petrolero nacional.
Fue José Antonio González Anaya, su sucesor en la dirección de Pemex, quien tuvo la tarea de enderezar las maltrechas finanzas de la empresa, después de que había pasado por el Instituto Mexicano del Seguro Social. La operación que involucró al complejo petroquímico Agronitrogenados de AHMSA, que adquirió Pemex por 275 millones de dólares en 2014, fue intensamente cuestionada por haber sido adquirida con un sobreprecio.
En relación con los presuntos sobornos que recibió Lozoya, la investigación mexicana se inició luego de que en diciembre de 2016, las empresas brasileñas Odebrecht y Braskem se declararon culpables ante la Corte Federal de Nueva York de haber pagado sobornos a funcionarios de varios países, incluidos los de Pemex, por 10.5 millones de dólares entre 2010 y 2014.
El 23 de mayo de 2019, la Secretaría de la Función Pública inhabilitó a Lozoya Austin por un periodo de 10 años por haber proporcionado información falsa en su declaración patrimonial en dos ocasiones.
Además de cuantiosas pérdidas que registró Pemex durante su gestión, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que el ahora ex funcionario utilizaba para su uso personal helicópteros y un avión Cessna Sovereign, adquiridos por Pemex para tareas de patrullaje y movilidad estratégica.
De estos vuelos, 588 fueron a instalaciones de Pemex y 324 a destinos turísticos, hospitales y oficinas federales. La ASF advirtió que no existía documentación que justificara que el entonces director tuviera que viajar por aire a todos esos sitios.