‘‘La obra de mi hermano es tan profunda que se vuelve actual y muchos jóvenes se interesan en conocerla’’, dijo Martha Montemayor
Sábado 29 de febrero de 2020, p. 3
En su obra literaria Carlos Montemayor, como los antiguos griegos, dio voz a las mujeres de los vencidos, sostuvo su hermana Martha Montemayor Aceves, en un conversatorio con motivo del décimo aniversario luctuoso del poeta, lingüista y luchador social, efectuado en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (Inehrm).
La catedrática y especialista en letras clásicas mencionó la novela Las mujeres del Alba y la comparó con Antígona, de Sofócles, y Las troyanas, de Eurípides. Dijo que Montemayor también dio voz a las mujeres que salen a las calles en busca de sus muertos, que en un camión los andan paseando por el pueblo.
Para los griegos y nosotros ‘‘el cuerpo de nuestro muerto es sagrado. Es una afrenta desaparecer los cuerpos de nuestros seres queridos”, afirmó en el acto in memoriam de quien fue colaborador de La Jornada.
‘‘Lo que me llena de alegría y orgullo es que la obra de mi hermano es tan profunda e importante, que se vuelve actual. Y por eso hay jóvenes que no lo conocieron personalmente y se interesan en conocerlo través de sus obras.”
Primicia: libro sobre temas esenciales del homenajeado
Martha, invitada en representación de la familia Montemayor, difundió una primicia: la publicación de un libro con siete artículos de estudiantes e investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en torno a tres temas principales en la obra de Carlos Montemayor: poesía, guerrilla y lenguas indígenas. Además, Jimena, hija del autor y cineasta, comenzará a presentar en festivales una película basada en Las mujeres del Alba, ‘‘última novela’’ de Montemayor sobre quienes estuvieron en el asalto al cuartel de ciudad Madera en 1965.
‘‘No es fácil para mí hablar sobre mi hermano”, pues llegan los recuerdos; ‘‘10 años son muchos, pero es como si estuviera aquí”, reveló en el conversatorio El legado literario e indigenista de Carlos Montemayor: 10 años, aunque otros temas desbordaron la charla, al tratarse de un hombre que se interesó y destacó en muchas vertientes. En la mesa también participaronla antropóloga Laura Bensassony la escritora Susana Bautista.
Dos asuntos, como mencionó la investigadora, ocuparon su participación: datos de la vida de su hermano, donde regaló cosas muy familiares, si acaso personales
y en segundo lugar, un acercamiento más académico, sobre la influencia de autores latinos y griegos en su obra, eso se debe a que a eso me dedico, a la filología latina
.
Carlos gustaba mucho de la música, en particular la ópera, las canciones napolitanas y la música popular mexicana. Pero también ‘‘tocaba la guitarra maravillosamente; eso es lo que nadie sabe”, pues aprendió a tocar desde los 8 años, sólo de observar las clases que le daban a su papá, en su natal Parral.
Pasaba horas con su guitarra, ‘‘escuchando discos junto a la tornamesa que teníamos en la sala de la casa y de oído sacaba las melodías. Era una mente muy brillante, muy hábil.”
Fue a los 34 años que empezó a educar la voz con el barítono Roberto Bañuelos, pues ‘‘en fiestas y restaurantes a la menor provocación se levantaba a cantar”, contó Martha Montemayor.
Era amigo de Juan Rulfo, quien fue su asesor cuando le dieron una beca en 1968 en el Centro Mexicano de Escritores, también de Juan José Arreola. A uno le gustaban los temas regionales, al otro el estilo moderno con influencia de lo clásico; esos fueron algunos datos poco conocidos que Martha ennumeró y anunció que por su cumpleaños 70 recopiló datos de su vida para hacer una cronología que será publicada en forma de libro.
‘‘Ese excelente oído que tenía para la música y el gusto para apreciar los sonidos fueron clave para que hablara varias lenguas: inglés, francés, portugués, italiano, alemán, hebreo, griego moderno, maya, náhuatl. Fue estudioso de las lenguas de Homero y de Virgilio, y no escapó a su interés la lengua de los indígenas de su estado, los tarahumaras o rarámuris”.