Miércoles 4 de marzo de 2020, p. 2
Budapest. Los perros tienen una especie de sensor infrarrojo en la punta de la nariz que les permite detectar pequeñas variaciones en la temperatura, por ejemplo, cuando otros animales están cerca.
Científicos de las universidades Lund, de Suecia, y Eötvös Loránd, de Hungría, aseguraron que el hallazgo ayudará a comprender mejor cómo detectan los depredadores a sus presas cuando están afectados sentidos como la vista, el oído o el olfato.
En el estudio, publicado en Scientific Reports, de Nature Research, los investigadores descubrieron que la superficie de la piel en la punta de la nariz de un perro, que está llena de terminaciones nerviosas, funciona como un sensor infrarrojo.
Los perros pueden sentir la radiación térmica proveniente de cuerpos calientes y también dirigir su comportamiento de acuerdo con esta señal
, explicó Anna Balint, autora principal del estudio.