Durante la ceremonia por el 91 aniversario del PRI, Beatriz Paredes, ex dirigente de este partido, acusó a Morena –y a la Cuarta Transformación– de usurpar la ideología del tricolor e intentar dejarles sólo el cascarón de la corrupción.

Lo que sí es novedoso, lo que sí es un elemento que nos tiene desconcertados, es que estamos viviendo una etapa de la usurpación de nuestra ideología y por eso nos resulta tan complejo construir un discurso original, y por eso parece que traemos la brújula perdida.

La interpretación histórica prohijada por el priísmo ha sido asumida por otros, advirtió frente a líderes, coordinadores parlamentarios, seis de los 12 gobernadores con los que cuenta el PRI y ocho ex dirigentes del mismo, reunidos anoche en el auditorio Plutarco Elías Calles de su sede nacional.

El festejo, precedido en la explanada del inmueble de la avenida Insurgentes, en la Ciudad de México, con una hora de mariachi y bailable de chinelos, dio paso a un discurso con autocrítica emitido desde la palestra principal, adaptado ayer al formato de set de televisión.

Los reflectores estuvieron en el mensaje de la ex gobernadora de Tlaxcala, quien fue escuchada atentamente por cientos de integrantes de los sectores del PRI.

Salvo por el estruendo esporádico de una banda musical, las huestes fieles se mostraron respetuosas, incluso cuando la senadora nombró al Presidente de la República, a cuyo movimiento ahora se achaca la usurpación de la ideología de este partido fundado en 1929.

Luego de dar la bienvenida a sus compañeros –a los que siempre asisten a las reuniones y a quienes no se les ve tanto, como al ex legislador Emilio Gamboa– agradeció la presencia de invitados especiales, entre ellos Luis Ayala, secretario general de la Internacional Socialista, de la que el PRI es miembro activo.

Hizo un repaso del pasado y presente priísta que en 2018 vivió su peor derrota electoral para luego culpar al partido mayoritario.

Aseguró que Morena no sólo nos desplazó del poder federal: pretende vaciarnos de contenido ideológico y dejarnos en medio de un cascarón repugnante, el de la corrupción.

Agregó que los ideólogos del gobierno han llamado a esta etapa la Cuarta Transformación; según esto vienen de la Independencia, de la Reforma y de la Revolución y consideran fundacional el arribo del presidente López Obrador, para establecer un nuevo régimen. Sin embargo, el PRI surgió precisamente de esas etapas históricas.

Paredes afirmó que el PRI no tiene la brújula perdida, pero admitió que la élite fue demasiado permisiva con mandatarios que se desviaron de los principios o quienes lo vieron sólo como una maquinaria para obtener el poder. No obstante, confió en que el PRI puede renacer, reinventarse, mutar y transmutar. También lamentó que otros no estén en esta etapa de precariedad.

Al final de la ceremonia y sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional, el presidente de ese partido, Alejandro Moreno, advirtió a los cortesanos del poder que nadie va a acabar con el tricolor, y prometió encabezar una oposición fuerte para los 64 millones que no votaron por el gobierno actual.