A raíz de la llegada de Rosario Piedra Ibarra, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) le ha solicitado su renuncia a diversos servidores públicos operativos, sin antes tomar en cuenta la labor que estos realizaban y sin ofrecerles a todos los afectados una liquidación conforme a derecho, indicaron trabajadores de dicho organismo en un señalamiento que ha sido rechazado por la institución.

En entrevista con La Jornada, una persona que solicitó el anonimato por temor a represalias señaló que, además de los cambios que normalmente se hacen en puestos de direcciones generales y visitadurías en cada cambio de administración, el equipo de la actual ombudsperson le ha pedido a funcionarios públicos de menor rango que dejen sus plazas, sin evaluar antes si su trabajo era necesario o no.

Creo que la nueva administración llegó un poco prejuiciosa de que había dispendios, nepotismo y cosas de ese tipo, aunque no es tan así, porque los sueldos altos son de director general para arriba. Ha habido falta de tacto y de experiencia al depurar equipos; se han portado mal con algunos compañeros a los que se ha despedido sin siquiera preguntar lo que hacían, indicó la fuente.

De igual manera, señaló que el relevo de personal ha generado incertidumbre y temor entre quienes aún trabajan en el organismo público y ha hecho que el ritmo de trabajo se reduzca, pues los nuevos empleados apenas van conociendo las áreas a las que llegaron. En ese contexto, afirmó que a algunos trabajadores les han ofrecido sólo una quincena a manera de liquidación, aunque tengan varios años de servicio.

Al ser cuestionadas a propósito de dichos señalamientos, fuentes de la CNDH respondieron a este diario que no se ha despedido ni solicitado la renuncia a ningún funcionario de carácter operativo, más que a los visitadores y directores generales, y desmintieron que las labores en la institución se hayan visto afectadas por el proceso de renovación de su personal.