
Viernes 6 de marzo de 2020, p. 31
Alumnas de varias escuelas superiores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en la zona de Zacatenco, montaron un “tendedero de denuncia” de acoso y hostigamiento sexual, en la que aparecieron recurrentemente, al menos, una veintena de nombres de profesores con este tipo de prácticas en las aulas y fuera de ellas, además del “comportamiento cómplice” de algunos de sus compañeros alumnos.
Montado a lo largo del pasillo que une a los nueve edificios de las escuelas superiores de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (Esime), de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (Esiqie) y de Física y Matemáticas (ESFM), el “tendedero de denuncias” presentó una “realidad presente” que se vive en una de las principales casas de estudio del país, señalaron alumnas y egresadas politécnicas que pertenecen a grupos de Mujeres Organizadas de diversos planteles del Instituto, y quienes organizaron de manera colectiva la protesta.
En grandes pliegos de papel, carteles de diverso tamaño, cuartillas impresas y hasta en hojas de cuaderno escolar, se plasmaron las denuncias de alumnas que han sufrido este tipo de actos.
Ana “N”, de la carrera de Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica de la Esime Zacatenco, narra, al recorrer el “tendedero”, que hace un año tuvo que abandonar la materia de circuitos ante el “acoso” de su profesor. “Salí huyendo, me hizo propuestas sexuales; tuve que irme al examen a título de suficiencia. Ya la pasé pero él sigue dando clases”, señala.
Jorge “N”, su amigo, con quien recorre el “tendedero” para conocer otras historias de estudiantes del IPN, reconoce que “yo no lo he visto, directamente, pero como ella, tengo otras dos amigas que les ha pasado lo mismo” en la Esiqie.
Ya el propio director general del IPN, Mario Alberto Rodríguez Casas, en el Consejo General Consultivo de finales de noviembre pasado, reconoció abiertamente que la violencia de género “es una realidad lamentable que sucede” en esa casa de estudios. Anunció la aplicación de una “política de cero tolerancia” a esa práctica y la emisión de un protocolo para la prevención, detección y atención de conductas de violencia de género.
Karen Campos, egresada de la Esiqie, y Yazmín Jiménez, estudiante de la Esia Zacatenco, dos de las organizadoras del “tendedero” aseguran que esta política y su protocolo “son una simulación” que pretende “lavar la cara” a las autoridades y evitar que pueda darse una situación como la que se vive en otras escuelas que están en paro.