Nueva York. La espera de un año para los Juegos Olímpicos por el coronavirus afectará a los deportistas, admitió la gimnasta estadunidense Simone Biles una semana después de que se aplazara Tokio 2020 para 2021.

Físicamente no tengo dudas de que mis entrenadores me pondrán en forma para Tokio 2021, dijo la 19 veces campeona mundial a la cadena de televisión NBC; pero mentalmente, al pasar un año más, creo que sí se va a acusar y que pasará factura a todos.

De 23 años y campeona olímpica en Río 2016, la gimnasta continúa con sus entrenamientos recluida en casa, como parte del trabajo rumbo a Juegos Olímpicos. 

Estoy en contacto con mis entrenadores, relató; me escribo y también cara a cara tecnológicamente para ver cuál es la decisión correcta y así poder elaborar un plan para el próximo año. Biles entrena en su domicilio como la mayoría de deportistas del mundo y se relaciona con el exterior por medio de llamadas telefónicas y con el FaceTime.

La estadunidense tenía previsto iniciar este fin de semana el tramo final de la preparación con su presencia en la prueba de la Copa Mundial de Stuttgart, en Alemania, cancelada por la epidemia.

Nos reuniremos y replantearemos la situación para volver fuertes en 2021. Comienza una nueva historia, adelantó en Twitter su entrenadora, Cecile Landi.

La gimnasta estadunidense aspira a conseguir cinco títulos olímpicos en las pruebas de suelo, salto, barra fija, asimétricas y la competencia por equipos.

Siento que no conozco mucho de la historia de la gimnasia. Así que cada vez que rompo un récord o logro otra medalla no sé si es histórico o qué es lo que significa, afirmó.