Viernes 3 de abril de 2020, p. 30
El SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus causante de la pandemia de Covid-19, podría lograr lo que ninguna autoridad de la Ciudad de México: el retiro de los comerciantes de Tepito y sus puestos de la vía pública.
Entre los vendedores el tema de conversación es que el domingo próximo será el último día que se instalarán en el Eje 1 Norte y las calles Matamoros, Aztecas, Tenoch-titlán, Rivero y Toltecas, entre otras.
De acuerdo con el gobierno capitalino, desde el primero de abril ya no debieron haberse instalado, pero sólo alrededor de 30 por ciento cumplió, aunque aún sigue la afluencia de personas de todas las edades, algunas con niños como si estuvieran de vacaciones e incluso compraban en los puestos de productos piratas el video sobre el SARS-CoV-2, a cinco pesos.
Por lo pronto, ayer ya no abrieron algunos puestos semifijos y establecidos que venden ropa, zapatos, cinturones, bolsas y mochilas que se ubican sobre el Eje 1 Norte y la calle Aztecas, al igual que los mercados de Granaditas, dedicado a la venta de calzado, y el conocido mercado 23, de tenis, ubicado en el corazón de Tepito, en las calles Matamoros y Rivero.
Funcionarios del gobierno dijeron que no tienen considerado realizar algún operativo para retirar a los comerciantes, pero que a partir de hoy intensificarán la campaña ¡Quédate en Casa! y el acordonamiento de calles a fin de evitar las aglomeraciones.
Los comerciantes tienen mercancía hasta para aventar para arriba, el problema es que no hay a quién venderle
, dijo un elemento de seguridad de la zona al que pagan los tepiteños; asimismo, una mujer policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que hacía rondines en la calle Tenochtitlán dijo que oficialmente no se nos ha notificado, pero se dice que el domingo es el último día
.
Un vendedor de gorditas y de ropa en Eje 1 Norte y Aztecas mencionó que hasta el domingo nos van a dejar, pero si no nos avisan bien por escrito, no nos quitamos
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En tanto, el Centro Histórico, con más de 6 mil establecimientos y una afluencia en viernes y sábado hasta de 2 millones de personas, resiente también los efectos del cierre de establecimientos.
Las medidas suscitaron opiniones diversas entre los visitantes, si bien la mayoría las justificó, hubo quien las consideró exageradas, como Jorge González Patiño, quien dijo que se dirigía al Centro Joyero, y luego de discutir con un policía auxiliar que le impidió el paso por el Eje Central Lázaro Cárdenas, las calificó de una payasada mucho muy exagerada
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Luciano Cagliardi, originario de Río de la Plata, Argentina, y varado en la ciudad por el cierre de las fronteras de su país, sostuvo que estas medidas son positivas y ayudan a generar conciencia en la gente sobre el riesgo de contagio.