Miércoles 8 de abril de 2020, p. 25
La reciente baja impositiva a Petróleos Mexicanos, anunciada el pasado 5 de abril por el presidente Andrés Manuel López Obrador por unos 65 mil millones de pesos, no será suficiente para evitar que la compañía use sus líneas de crédito rotativas y, por lo tanto, aumente la deuda en 2020, consideró la firma financiera internacional Moody’s.
Explicó que los bajos precios del petróleo y el compromiso de la administración de mantener altas las inversiones de capital para sostener la producción de petróleo crudo al menos estable, estimamos que Pemex aprovechará la totalidad de sus 8 mil 900 millones de dólares existentes en líneas de crédito comprometidas durante 2020, que ya no estarán disponibles para satisfacer las necesidades de efectivo en 2021
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Esto aumentaría el riesgo de liquidez ya alto de la compañía, en un año en que la demanda de petróleo y los precios continuarán presionados por el limitado crecimiento económico mundial y por un vencimiento de aproximadamente 6 mil 200 millones de dólares de deuda de Pemex.
Señaló que la baja impositiva de 65 mil millones de pesos, equivalente a unos 2 mil 600 millones de dólares, implica una reducción en la tasa de impuestos de aproximadamente 40 por ciento en 2020 lo que, de mantenerse en el futuro, fortalecería la capacidad de la compañía para aumentar la inversión de capital a medida que los precios del petróleo repunten, comenzando a finales de este año.
El escenario base para los precios del WTI es de entre 40-45 dólares por barril en 2020, volviendo a 50-55 dólares por tonel en 2021.
En 2019 el Congreso había aprobado una reducción en impuesto de regalías a Pemex de 65 por ciento en ese año a 58 por ciento en 2020, y a 54 por ciento en 2021, medida que fue adelantada para este año.
Sin embargo, estimamos que la desgravación fiscal anunciada no será suficiente para evitar que la compañía use sus líneas de crédito rotativas y, por lo tanto, aumente la deuda en 2020.
También se anunció que Pemex dirigirá 400 mil barriles adicionales por día de crudo mexicano a la producción de combustible, lo que aumentaría la tasa de utilización de la capacidad en las refinerías mexicanas a 60 por ciento en 2020 de 36 por ciento en 2019.