En el manejo de la seguridad de los estudiantes de medicina que realizan su internado durante la emergencia sanitaria por Covid-19, la Secretaría de Salud (Ssa) ha estado ausente. No adoptó las medidas necesarias para protegerlos de un posible contagio, incumplió acuerdos que tenía con las universidades para el cuidado de los alumnos, y ante la declaración de las autoridades del sector salud de que es responsabilidad de los centros de educación superior, éstos decidieron retirar a los educandos de las instituciones públicas.

Se trata de aproximadamente mil jóvenes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que cursan el internado y mil 300 del Instituto Politécnico Nacional (IPN), de medicina y enfermería, que fueron retirados de las sedes clínicas ante la falta de medidas de protección frente al nuevo coronavirus.

Una medida similar han adoptado otras facultades y escuelas de instituciones públicas de educación superior, entre las cuales está la Universidad Autónoma de Sinaloa; en este último caso suman 734 alumnos de medicina; también tomaron esa decisión las universidades Autónoma Metropolitana (UAM), del Valle de México (UVM) y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

En tanto, las autoridades esperan que se concrete un acuerdo con la Ssa que sí se cumpla con el propósito de que los internos no participen en áreas críticas (urgencias, terapia intensiva).

Está claro que la máxima casa de estudios no puede correr el riesgo de que sus estudiantes enfermen, contagien a sus familias y eventualmente queden con secuelas por la infección con el nuevo coronavirus, de acuerdo con fuentes consultadas.

Funcionarios del sector informaron a La Jornada que hace unos días el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) había aceptado a 200 alumnos que el 19 de marzo pasado salieron de institutos de salud y unidades médicas del Gobierno de la Ciudad de México. Los titulares de esos organismos prefirieron prescindir de los jóvenes antes que asumir cualquier responsabilidad sobre su protección.

Para entonces, el Consejo Técnico de la Facultad de Medicina ya había acordado que los internos de pregrado no deberían estar en áreas de urgencia, terapia intensiva ni en lugares de paso de pacientes con Covid-19.

Con la finalidad de reubicarlos, la Facultad de Medicina hizo la solicitud al IMSS, a donde ingresaron, y aunque las autoridades habían acordado las medidas de protección, éstas no se cumplían. Es entendible, porque aunque los jóvenes están aprendiendo en la práctica, realizan actividades donde haga falta, explicaron fuentes universitarias.

En tanto, desde ayer la permanencia de los pasantes de enfermería de la UNAM en los hospitales es voluntaria. La casa de estudios indicó que los jóvenes que decidan continuar su servicio social en las sedes hospitalarias deberán tener asegurada la dotación de insumos que la contingencia obliga, y deberán permanecer fuera de servicios asignados para atención de pacientes con Covid-19.

Por otra parte, la UNAM, la Academia Nacional de Medicina y la Academia Mexicana de Cirugía hicieron un llamado a las autoridades correspondientes con el propósito de que faciliten con rapidez el equipamiento para la protección del personal médico que atiende a los pacientes de Covid-19 y minimizar riesgos de contaminación accidental durante su cuidado.