La pandemia de Covid-19 se da en México en el periodo en que hay más concentraciones de contaminantes en el aire, como ozono y partículas suspendidas, lo cual eleva el riesgo para la población de adquirir virus y padecer enfermedades respiratorias, advierten especialistas de la Semarnat, la UNAM y otras instituciones.

Explican que si bien no hay estudios epidemiológicos sobre el efecto de la alta contaminación atmosférica en esta pandemia, hay reportes sobre el SARS, virus de la misma familia, que reportan 84 por ciento de más probabilidades de muerte en personas que vivían en ciudades con altos niveles de contaminación, en comparación con las que habitaban urbes menos afectadas.

El estudio Coronavirus, contaminación atmosférica y riesgos a la salud, en el que participaron especialistas de los institutos nacionales de Ecología y Cambio Climático y de Salud Pública, de la Comisión Ambiental de la Megalópolis y del IPN, señala que las medidas de distanciamiento también sirven para reducir las emisiones y la exposición a contaminantes.

Destaca que aun sin la pandemia, vivir en sitios con contaminación del aire se ha vinculado con tasas más altas de enfermedades pulmonares, como asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. La exposición a partículas finas, ozono y otros componentes del aire contaminado provocan procesos de estrés oxidante e inflamación de las vías respiratorias y los pulmones ocasionando efectos adversos a la salud de las personas en el corto y largo plazos. Los contaminantes son capaces de alterar el sistema inmunológico, las partículas finas, ultrafinas y el carbono negro pueden incrementar significativamente la inflamación y favorecer la morbilidad causada por los virus.

Detalla que el virus que causa el Covid-19 es capaz de unirse a partículas atmosféricas, pero no se mantiene viable más de 3 horas.