La pelea entre las pioneras del boxeo femenil mexicano Jackie Nava y Mariana Juárez es esquiva. Pasó del desafío a la provocación, de la cancelación inesperada por desacuerdos empresariales en 2019 a la más reciente: la suspensión por pandemia de coronavirus.

Fue lo mejor cancelar sin precipitarse a reponerla cuando se pueda salir, plantea Jackie desde Tijuana; por nuestras trayectorias merecemos llegar en la mejor forma y ahora no podemos entrenar con normalidad.

Nava tenía el compromiso de recuperar el tiempo tras casi un año sin subir al cuadrilátero. Con la alteración mundial por la pandemia del coronavirus, la pelea programada para mayo se volvió una cita imposible. La tijuanense ha charlado con su promotor y le han asegurado que la pelea se realizará de cualquier forma en cuanto sea posible, algo que le reconforta, pero con ciertos matices.

Va tomar tiempo recuperar la confianza del público para que regrese a actos masivos de forma segura, señala Jackie; nosotras necesitamos también un margen para entrenar de manera adecuada, porque por ahora es muy difícil hacerlo.

Jackie corría por las calles vacías de Tijuana, pero desde que las autoridades recomendaron el confinamiento absoluto, la peleadora siguió las indicaciones. Entrena en casa, practica velocidad y técnica golpeando las manoplas y la fuerza con el costal, corre en una banda prestada. Su programa fue modificado por la contingencia.

Yo entreno como puedo, pero al posponerlo cumpliré más de un año sin subir al ring, explica; por ahí le estoy dando una ventaja a Mariana, pero hay que estar lista, ni modo. Por ahora necesitamos entender que esto es real, que no es un invento y hay que salir lo mejor posible. Ya después vendrá la vida normal y el boxeo”.