Domingo 26 de abril de 2020, p. 28
La economía familiar, dudas sobre la existencia del virus y el manejo político de la gente son obstáculos a los que se han enfrentado los alcaldes de Iztapalapa, Clara Brugada Molina, y Tláhuac, Raymundo Martínez Vite, donde se ha reportado un bajo seguimiento en las medidas de distanciamiento social ante la emergencia sanitaria por el Covid-19.
Si bien Cuauhtémoc y Milpa Alta son las dos demarcaciones que encabezan el incumplimiento de la recomendación al programa Quédate en Casa, los titulares de esas alcaldías rechazaron hablar, ante la solicitud de La Jornada.
Los niveles de pobreza extrema y pobreza en los que viven más de la mitad de los habitantes de Iztapalapa los obliga a salir diariamente a trabajar, pese a la declaratoria de la fase 3 de la emergencia sanitaria que se aplicó para desacelerar la propagación del coronavirus, manifestó Brugada. Nos enfrentamos a que la gente tiene que salir a trabajar para vivir y sobrevivir; en Iztapalapa no se pueden dar el lujo de tener ahorros para la emergencia
.
La funcionaria dijo que hay un sector importante entre los 2 millones de habitantes que viven del comercio; expuso que ahí se enfrentan con la exigencia de tianguistas que sufren la falta de ingresos y quieren regresar a vender. La cuestión económica es un factor que ha hecho que la gente no se quede en su casa
, aseguró.
Ante el retiro de los siete tianguis hay 56 mil 400 personas sin trabajar en esa actividad; ese es el tamaño de problema que tenemos
.
Para Raymundo Martínez, alcalde de Tláhuac, la incredulidad de los habitantes sobre la propagación del virus hace que salgan a la calle y paseen en bicicleta sin entender que se ponen en riesgo de contagio.
Las dificultades, lamentó, se dan principalmente en los siete pueblos. Recordó que pese a la insistencia para que se queden en sus hogares hace unos días pidió se interrumpiera un sepelio, pero no se hizo caso al llamado porque la gente tiene la costumbre muy arraigada de hacer la procesión y mucha es la que asiste. Descartó que la falta de agua sea un motivo para que la gente rompa el aislamiento social y responsabilizó a los grupos políticos que se aprovechan de la situación.
Ambos alcaldes señalaron que seguirán con el llamado a la gente para que se quede en casa, pero a través del convencimiento, además del cierre de espacios públicos y operativos, entre otros.