En entrevista, el poeta y ensayista Ramón Andrés reflexiona sobre la música y el silencio en estos tiempos de pandemia
La señora Fletcher, del escritor y guionista Tom Perrotta, es una novela satírica sobre la vida contemporánea, un certero e ingenioso fresco de la identidad, el sexo y la paternidad en el siglo XXI. A través de Eve Fletcher, divorciada de poco más de 40 años, y Brendan, su hijo, que se acaba de ir de casa para empezar la universidad, el autor explora temas como la soledad y la pornografía en Internet y las redes sociales. Con autorización de Libros del Asteroide La Jornada ofrece a los lectores un fragmento de La señora Fletcher.
El inicio de algo importante
El obligado emoticono
El trayecto en coche era largo y Eve se pasó la mayor parte del viaje de vuelta a casa llorando, porque el gran día no había ido como esperaba, aunque en realidad los grandes días nunca respondían a sus expectativas. Los cumpleaños, festividades señaladas, bodas, graduaciones y funerales siempre estaban demasiado cargados de anticipación y las personas importantes en su vida rara vez actuaban como se suponía que debían hacerlo. La mayoría de ellos ni siquiera parecían seguir el mismo guion que ella, aunque eso tal vez dijese más sobre las personas importantes en su vida que sobre los grandes días en general.