Londres. El gobierno británico accedió a inyectar de urgencia mil 600 millones de libras (mil 950 millones de dólares) al operador del transporte londinense, cuyos ingresos se desplomaron durante el confinamiento.

El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, acusó al gobierno del primer ministro Boris Johnson de haberlo obligado a asumir una deuda de 568 millones de euros para mantener en funcionamiento la red de transporte público de esta capital y advirtió que la capacidad del mismo se reduciría si no obtenía ayuda gubernamental, en momentos en que el país sale paulatinamente del confinamiento.

La empresa Transport for London (TfL) anunció el viernes haber alcanzado un acuerdo con Johnson que prevé una subvención de mil 95 millones de libras (mil 330 millones de dólares) y un préstamo de 505 millones (unos 620 millones de dólares), con la posibilidad de 300 millones (unos 370 millones de dólares) adicionales en caso de déficit.

Durante el periodo de rescate, el gobierno tomará el control parcial de TfL, empresa que vio caer sus ingresos en 90 por ciento en las ocho semanas que el país ha estado paralizado.

Khan se declaró insatisfecho con el acuerdo propuesto por el gobierno, pero dijo no tener elección y acusó al Ejecutivo de hacer pagar a los londinenses porque habrá que subir las tarifas en enero.

Pide Boris Johnson volver al trabajo

Johnson pidió a aquellos que no pueden trabajar desde casa que vuelvan al trabajo, en particular en la construcción o la industria.

Los alcaldes de Manchester y Liverpool, en el noroeste de Inglaterra, también han pedido al gobierno apoyo financiero para sus sistemas de transporte público.

En tanto, el negociador de la Unión Europea para la relación futura con Reino Unido, Michel Barnier, se dijo decepcionado por la falta de avances en las cuestiones claves de la negociación con Reino Unido sobre el marco de la relación futura, al tiempo que ha advertido a Londres que no aceptará un acuerdo de saldo que rebaje las condiciones de acceso al mercado único.

No habrá un acuerdo de saldo. Si Reino Unido quiere un acuerdo comercial hay una serie de condiciones vinculadas a nuestra soberanía y no será un país tercero el que venga a fijar las condiciones de acceso a nuestro mercado único, advirtió Barnier en una rueda de prensa desde Bruselas, tras concluir la tercera ronda de negociaciones con Reino Unido que arrancó el lunes.