El entrenador es un puente al éxito, pero quien lo cruza es el boxeador. Así resume los roles en las historias de triunfo o fracaso Manny Robles, quien estuvo en el ascenso y caída del primer campeón del mundo en peso completo mexicano, Andy Ruiz.

Por mucho que quieras lo mejor para tu peleador, si no es disciplinado es imposible tener éxito, sentencia Robles; el entrenador es un puente para llegar a triunfar, pero la materia prima, quien lo cruza, es el boxeador, y sin ese compromiso es imposible mantenerse.

Juntos escribieron ese relato de ensueño donde quien llega como perdedor da la sorpresa y vence al titán. Ruiz noqueó al entonces campeón mundial Anthony Joshua el primero de junio de 2019, pero seis meses después perdió en la revancha.

El mexicano admitió que no se preparó bien y –recuerda Robles– dijo que necesitaba un entrenador que le enseñara disciplina para recuperar lo que había perdido.

¡De qué hablaba ese cabrón!, exclama el preparador; si era el campeón del mundo, además ya es un adulto que debe saber la responsabilidad que eso significa.

Con la confirmación de Eddy Reynoso –entrenador de Saúl Canelo Álvarez– como nuevo responsable de la esquina de Andy, se abre un margen de posibilidades para levantar la carrera del ex campeón.

Andy no la tiene fácil, afirma Robles; “Reynoso está acostumbrado a la disciplina y compromiso profesional de alguien como el Canelo. No va a estar aguantando falta de seriedad, por eso están donde están. Y el mayor problema de Andy es precisamente eso: la indisciplina”.

Robles se siente parte de la historia de Ruiz, por eso afirma que le gustaría verlo levantarse. Aunque no oculta su preocupación. No supo manejar el éxito y en esta carrera es tan importante como llegar. La garantía de lograrlo depende de la disciplina y eso es responsabilidad exclusiva del boxeador.