Bremen. Con dificultad para mantener distancia sanitaria y mucha expectación culminó la primera jornada de la Bundesliga tras reanudarse la temporada. Bayer Leverkusen aplastó 4-1 al Werder Bremen para completar la fecha 26, mientras las autoridades locales aceptaban a regañadientes este duelo. De momento, el futbol alemán ha logrado sortear complicaciones en los tres días de partidos luego de una paralización de dos meses por la pandemia de Covid-19.

Algunos jugadores del Leverkusen se juntaron tras anotar en el vacío estadio del Werder, en vez de cumplir la recomendación de mantener un mínimo contacto físico en las celebraciones.

El Werder no contó con un futbolista que permaneció aislado en casa luego que uno de sus familiares dio positivo por Covid-19. El club informó el viernes que el jugador, quien no fue identificado, dio negativo en el examen.

La Bundesliga tendrá su próxima prueba los próximos días, con los planteles volviendo a sus casas previo a los encuentros del siguiente fin de semana. Los equipos pasaron siete días cumpliendo una cuarentena de grupo en hoteles, pero sólo fue para la primera fecha.

Tanto el Werder como el Leverkusen mantuvieron la misma línea que tenían al momento de la suspensión del torneo.

El Werder padeció físicamente tras dos meses sin jugar, señaló su zaguero Theodor Gebre Selassie. El equipo sigue tambaleándose y se expone al descenso por primera vez desde 1981.

El Leverkusen, en cambio, estiró a seis su racha de partidos sin perder y se acercó a la zona de Liga de Campeones.

El gobierno de Bremen estuvo reticente a albergar partidos. El alcalde Andreas Bovenschulte dijo que permitir el futbol daba una señal muy problemática a la sociedad.