Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que estuvo plenamente justificado despedir a un inspector del Departamento de Estado quien, según legisladores, investigaba al secretario de Estado, Mike Pompeo, así como una venta de armas a Arabia Saudita.

El inspector despedido, Steve Linick, investigaba acusaciones de un denunciante respecto de que Pompeo encargaba tareas domésticas, como pasear a su mascota o recoger envíos a la tintorería, a un agente del Departamento de Estado pagado con dinero público, según congresistas demócratas.

Trump reconoció que despidió a Linick el viernes a pedido de Pompeo y dijo que desconocía la razón. Interrogado por periodistas sobre la supuesta investigación, luego señaló que tenía todo el derecho de despedir al funcionario porque fue designado por su antecesor, el demócrata Barack Obama.

Pompeo señaló poco antes que Linick estaba socavando la misión del Departamento de Estado, sin precisar de qué manera, y confirmó haber recomendado su destitución aTrump en una entrevista concedida al Washington Post.

No es posible que esa decisión sea fruto de una voluntad de represalia contra una investigación en curso, mencionó Pompeo al diario. Simplemente porque no estoy al tanto de dicha pesquisa, añadió.

Miembros demócratas del Congreso abrieron una investigación sobre el despido, al argumentar que podría considerarse como una represalia ilegal.

Para el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, el demócrata Eliot Engel, la destitución podría estar vinculada a otra pesquisa que Linick llevaba a cabo.

“Sus servicios investigaban –a petición mía– sobre la falaz declaración de emergencia que hizo Trump para poder enviar armas a Arabia Saudita”, declaró el legislador.

La administración de Trump vendió armas a Riad el año pasado sin el visto bueno del Congreso, que buscaba impedir que el gobierno saudita las utilizara en el conflicto en Yemen, donde el reino ha efectuado intensos bombardeos para combatir a los rebeldes hutíes, apoyados por Irán.

Trump insistió en su defensa de su secretario de Estado, al señalar que Pompeo tenía cosas más importantes que hacer que ocuparse de su mascota o encargarse de las tareas domésticas.

Aquí tenemos a un hombre que se supone debe negociar la guerra y la paz con importantes países que tienen armamento que el mundo no ha visto nunca, sostuvo Trump ante los periodistas.

Y los demócratas y los medios de noticias falsas están interesados en un hombre que le está paseando a su perro, dijo el mandatario.

Prefiero tenerlo al teléfono con algún líder mundial en vez de que esté lavando los platos porque tal vez su esposa no está allí.

Linick fue nombrado en 2013 por Obama para vigilar el uso de los 70 mil millones de dólares de la diplomacia estadunidense.

Mike Pompeo, de 56 años, es un colaborador muy cercano a Trump y uno de los pocos que ha conseguido evitar discrepancias públicas con un presidente impulsivo e impredecible.

Pompeo asumió su cargo en abril de 2018, en lugar de Rex Tillerson, quien sostuvo un vínculo tormentoso con el mandatario.