onforme pasan los días de encierro, a raíz de la pandemia del coronavirus, las ansias por volver a escuchar música en directo crecen, aunque tal desazón es controlable como público y no tan grave como la falta de ingresos que han dejado de recibir músicos, técnicos, productoras, agencias y foros, ante lo cual la creatividad no deja de buscar soluciones. Ya son cada día más cotidianas las ejecuciones musicales en línea y poco a poco se van multiplicando los conciertos virtuales con acceso de paga. Pero por lo inédito de la situación, es todavía una práctica incipiente, aislada, y aún no se acumula experiencia suficiente para saber si a la larga esto será realmente redituable y si no llevará a la fatiga y el desaliento. Y se subraya a la larga porque es de ver que esta epidemia sin vacuna implica un futuro incierto, cuyas proyecciones vislumbran una posible cancelación total de concentraciones masivas para lo que resta de 2020. Quizá quien escribe se equivoque, pero el comportamiento del virus no parece dar otras luces.

Por ejemplo, el concierto de Bauhaus en CDMX, que se llevaría a cabo los días 28 y 29 de abril, se pasó para el 12 y 13 de agosto; pero ahora se sabe que esto tampoco sucederá y el gótico grupo inglés ya comunicó en Instagram que su gira se traslada para 2021. Por otro lado, va creciendo la duda de si se llevarán a cabo otros conciertos como el de Tame Impala en el Foro Sol (pospuesto del 19 de marzo al 10 de septiembre) o el festival Ceremonia (antes 25 de abril, ahora 1 de octubre), donde la cabeza de cartel son los Chemical Brothers (porque el otro estelar era Thom Yorke, pero éste ya suspendió toda actividad para este año). La misma incógnita se extiende para el Corona Capital (noviembre 14 y 15).

Si la Nueva Normalidad implicará un regreso escalonado a las actividades esenciales, al menos para adultos (en la CDMX las autoridades hablan de un regreso a clases quizá hasta agosto o septiembre), ¿hasta cuándo sería el regreso a las actividades culturales o recreativas de convocatoria masiva, consideradas no esenciales? ¿Y ese regreso cómo sería? ¿Acceso a menor cantidad de gente? ¿Estrictos asientos, separados entre sí? Eso implicaría eventos menos redituables. ¿Apostaría la gran industria de conciertos a una inversión alta a cambio de una respuesta económica menor a la acostumbrada? Como se ve, hay más preguntas que soluciones cercanas y de existir éstas, no parece que vayan a ser alentadoras monetariamente hablando, ni próximas a ser resueltas, al menos con certeza. Es un hecho que, como en muchas otras ramas, las reglas como las conocemos tendrán que cambiar por un año o dos, antes de que exista una vacuna o se alcance la inmunidad de rebaño.

Algunas voces perfilan un retorno a los conciertos autogestivos por parte de los músicos, producidos por ellos mismos y sus técnicos, sin tener que pagar a agentes ni operadoras. Volver a los pequeños foros, pues acaso esas entradas sean mejor que nada. O bien, seguir con los conciertos en línea de paga, perfeccionarlos, hacer de ellos algo aun más atractivo, que mantenga el interés del público.

Así, en busca de soluciones, surge una iniciativa más en México llamada Reactivación del Entretenimiento y Música en México (REMM), diseñada para dar sustento a cientos de familias que viven de esta industria, propuesta por Pepsi Center WTC (Armando Barona) y Rock Show Entertainment (Norma Gasca), con la idea de ofrecer en junio y julio conciertos virtuales ejecutados a puerta cerrada con medidas de sanidad, de paga, como los que se han realizado en el foro Indie Rocks! (series El show debe continuar e Hipnosis en Casa) o la serie Faraway Together (impulsado por agencias, con actuaciones desde la casa o estudio de los músicos), con un poco más de infraestructura. A este esfuerzo se han unido varias promotoras de la capital del país, así como el Conjunto Santander de Artes Escénicas en Guadalajara. El público podrá verlos por streaming mediante códigos de acceso de entre 59 y 99 pesos mediante la plataforma ShoWare, con la producción audiovisual de Alestra y Switch It. Los ingresos por venta de códigos y patrocinios serán administrados por la Asociación Civil MEXIMM AC para pagar a músicos, técnicos y demás involucrados.

Aún no dan fechas exactas, pero por ahora informan que iniciarán el 1º de junio. Entre otros artistas, actuarán: La Sonora Santanera, Orquesta Pérez Prado con Rubén Albarrán y Pipo Rodríguez, Haragán y Compañía, Fidel Nadal, La Bruja de Texcoco, Los Mesoneros, Odisseo, Technicolor Fabrics, Rubytates, Allison, Agrupación Cariño, artistas diversos de la comunidad LGBTTTI, los sonideros La Changa, Cóndor, La Conga y Sensación Caney. Piden estar pendientes de sus redes sociales (en Facebook están como @IniciativaREMM).

Twitter: patipenaloza