Tan importante como darles los medicamentos que los hacen volver a respirar, es que los pacientes de Covid-19 que han sido hospitalizados logren comunicarse con su familia y saber noticias del exterior.

El equipo de Salud Mental del Hospital Juárez de México se encarga de pasar con cada uno de los enfermos para que realicen videollamadas con sus seres queridos a través de un dispositivo electrónico, para decirles de viva voz cómo se sienten y romper así la sensación de aislamiento que se tiene al estar internados.

Ayer fue el turno de Roberto Hernández, quien está a punto de recibir el alta médica y tuvo la oportunidad de confirmárselo directamente a su hijo Roberto. Desde hace varios días no sabía nada de él ni de su esposa, quien también se contagió de Covid-19 y está internada en el mismo nosocomio.

En una breve conversación –que le autorizó escuchar a este diario– Roberto pidió con voz quebrada a su hijo que se cuide y resguarde al resto de su familia. El muchacho recordó a su padre que han pasado por cosas más duras y le pidió estar tranquilo. No son más de tres minutos de pantalla, pero significan un rencuentro emotivo que los ayuda a ambos a seguir adelante.

Los profesionales de la salud le piden que firme para dar su consentimiento sobre la videollamada y enfatizan que una vez terminada, la grabación será destruida para proteger su privacidad.