Por separado, las comisiones de Vigilancia y de Transparencia y Anticorrupción de la Cámara de Diputados solicitaron al gobierno federal que dé a conocer el uso y destino de los recursos obtenidos durante el proceso de desaparición de fideicomiso públicos.

No se puede solamente eliminar un fideicomiso y no decir qué vas a hacer con él, indicó Óscar González Yáñez, presidente de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción.

En sesiones de trabajo virtuales, los representantes de los partidos coincidieron en solicitar que la administración federal dé a conocer a la opinión pública el uso de los recursos públicos.

La diputada Lydia García Anaya (Morena) planteó que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) informe qué destino se dio a 174 mil 819 millones de pesos recuperados de la cuenta pública 2018, y la ASF indicó que cuando el dinero se reintegra a la Tesorería, ahí acaba el proceso de fiscalización, por lo que pedirá información sobre qué destino tuvieron esos recursos.

Ante el rechazo a su propuesta de desaparecer 44 fideicomisos públicos, Dolores Padierna Luna sostuvo que se trata de revisarlos, pero que la iniciativa mantiene todos los proyectos, programas, apoyos y becas que dependen de esas figuras.

En respuesta, la oposición aprovechó la coyuntura y la pobre comunicación que acompañó a la propuesta de Padierna: Se trata de un acto verdaderamente irresponsable y revela el desconocimiento absoluto de la realidad, señaló el priísta René Juárez, mientras la coordinadora del PRD, Verónica Juárez, afirmó que la iniciativa busca desesperadamente más recursos para apuntalar la fallida política económica del Presidente.

La dirigencia nacional del tricolor rechazó en particular la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), porque significa un acto irresponsable en perjuicio de millones de familias y entidades federativas, en un país expuesto a fenómenos de la naturaleza.

La dirección perredista lamentó que una vez más la bancada de Morena en la Cámara de Diputados haga propuestas retrógradas que busquen paralizar el desarrollo científico, cultural y cinematográfico, al plantear la derogación del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine y los Fondos de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

No obstante que la autoría de la iniciativa se le endosa a la diputada morenista, la firma de la propuesta es encabezada por Mario Delgado, y aún así Padierna asumió la defensa.

Adujo que en fideicomisos como el que respalda al cine, se trata de un cambio administrativo, pero afirmó que los cineastas pueden estar seguros de que los recursos no desaparecen; los fondos para la creación seguirán completamente íntegros. Refirió que en el artículo 9 transitorio de la iniciativa así se precisa.

Tal artículo prevé: “La Secretaría de Hacienda… realizará las previsiones presupuestales para asegurar, con cargo al presupuesto de cada ejecutor del gasto, la continuidad de los programas, proyectos, otorgamiento de apoyos, financiamiento y otras obligaciones a cargo de los fondos en materia de protección de personas de defensoras de derechos humanos y periodistas; prevención y atención de desastres naturales; ciencia, tecnología e innovación; el desarrollo agropecuario, rural, forestal y pesquero; cooperación internacional para el desarrollo; modernización y fortalecimiento aduanero; cultura física y deporte; cultura y cinematografía; comunicaciones y transportes; fomento a la industria nacional energética y ex trabajadores migratorios mexicanos”.

Se pretende, dijo, un cambio para que se puedan auditar, y el resto de los fideicomisos son prácticamente cuentas bancarias en la opacidad y ya no se necesita que ese dinero esté escondido. Ante el descontento de realizadores, planteó entablar pláticas para consensuar una nueva redacción del fideicomiso para el cine.

El coordinador del PRI, René Juárez, sostuvo que la iniciativa de Morena para desaparecer, entre otros, el Fonden es “un acto verdaderamente irresponsable… este tipo de iniciativas rayan en la locura y si el lema de campaña era ‘Primero los pobres’, ahora el de gobierno es ‘que se mueran los pobres’”.