Jueves 28 de mayo de 2020, p. 6
El Centro de Aislamiento Voluntario (CAV) de la Secretaría de Marina (Semar), instalado en la Ciudad de México, ha atendido en dos meses a 60 personas, militares y civiles, contagiadas por el Covid-19, pero asintomáticas.
Estas instalaciones navales están diseñadas para hospedar y atender a la gente que, sabiendo que tiene el virus, prefiere no pasar la cuarentena en su casa y así evitar contagiar a su familia.
En los prados de la institución se levantan ahora 80 de las carpas que fueron donadas por el gobierno de Canadá tras los sismos de 2017, además del Campamento Modular Multipropósito Helitransportable, que en conjunto son capaces de albergar hasta 320 personas, 188 hombres y 132 mujeres, que necesiten apoyo para pasar la cuarentena.
Los usuarios tienen acceso a regaderas y baños, a una sala de televisión e incluso a espacios donde cargar sus celulares o tabletas electrónicas. Aunque los asintomáticos están bajo observación médica constante, en el lugar se cuenta con una ambulancia con una cápsula de traslado –diseñada y fabricada por la Semar–, en caso de que sea necesario el traslado a un hospital.
El capitán Carlos Ortiz, supervisor de sanidad en el CAV, afirmó que los signos que presentan los usuarios al llegar, son diversos realmente es muy variable el cuadro clínico entre uno y otro paciente, hay quienes nada más refieren tos seca y al séptimo u octavo día presentan fiebre; otros debutan con fiebre y posteriormente tienen alteraciones tanto en el olfato como en el gusto.
Por regla general, permanecen en este sitio 14 días, aunque hay casos que han estado hasta 21, para asegurarse de que han superado la enfermedad.
En el CAV trabajan 110 elementos de la Semar en turnos de 24 por 48 horas, uno es la doctora Mari Carmen Hernández Sánchez, quien dice que prefiere a veces no regresar a casa, para no contagiar a su familia podemos quedarnos aquí en las instalaciones, y si no hay necesidad, por prevención luego me quedo, prefiero quedarme.
El capitán Israel Monterde Cervantes, comandante del CAV, señala que la experiencia del Plan Marina Covid-19 dejará, a pesar de todo, lecciones valiosas. Nos deja un aprendizaje doloroso por las personas que han perdido a un familiar, nos deja un mensaje de solidaridad y de apoyo, en el cual nosotros tenemos que esforzarnos para poder contribuir en la salud de las demás personas.