En la reciente década, policías estatales y municipales han tenido una retirada funcional frente a la criminalidad, particularmente frente al crimen organizado, lo que representa un factor para explicar los niveles altos de violencia en México, ya que solamente intervienen en uno de cada cinco delitos, señala Ricardo Márquez Blas, consultor en seguridad pública.

El ex titular de la Unidad de Información para la Seguridad en la extinta Comisión Nacional de Seguridad, actualmente Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), señala en un artículo difundido por el Wilson Center, una organización fundada por el Congreso de Estados Unidos en 1968, sostiene con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que en el periodo de 2010 a 2018, mientras el número total de delitos que ocurrieron en el país aumentó 42.8 por ciento, las intervenciones de las policías estatal y municipal sólo lo hicieron 9.5 por ciento. Del mismo modo, mientras en 2010 hubo una intervención policial por cada 4.2 delitos ocurridos, en 2018, una por cada 5.4 delitos.

Esto implica, indicó, niveles más bajos de eficiencia policial para desalentar la comisión de delitos; y, por otro lado, que intervienen cada vez menos en los crímenes”. Asimismo, el experto señala que las autoridades de México y Estados Unidos han señalado como una de sus prioridades el combate al tráfico de drogas y han implementado medidas para contrarrestarlo por aire y mar; sin embargo, la experiencia histórica muestra que al menos algunas de las operaciones y acciones implementadas reciente-mente por ambos gobiernos tendrían consecuencias imprevistas claramente opuestas a lo planeado.

Por ello, considera que la estrategia podría traer “el empoderamiento de los cárteles mexicanos en la jerarquía transnacional del crimen organizado, debido a la mayor relevancia que les otorga el transporte de drogas ilícitas en territorio nacional y su vecindad con Estados Unidos” y refiere que se intensificarán las disputas sobre el control de las zonas de entrada, rutas de transporte, distribución y salida del país de drogas ilícitas.