La Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina cumplimentó las órdenes de aprehensión en contra de los dos policías que fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público y enviados al Reclusorio Sur por su presunta responsabilidad en la agresión de la joven Melanie, durante la manifestación que se realizó en las inmediaciones de la Casa Jalisco, en Polanco.

Por separado, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, afirmó que en la Ciudad de México, por convicción, se respetan los derechos humanos y se sanciona cualquier abuso policial.

Al rendir sus primeras declaraciones, los efectivos dijeron que iban pasando y sin querer la golpearon, según funcionarios de la FGJ, además de que fueron identificados por sus mismos mandos por el tipo de uniformes que vestían, los chalecos que portaban y sus respectivas complexiones.

Sin embargo, hasta el momento no hay algún otro uniformado identificado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) ni tampoco el nombre de un jefe policiaco como probable responsable de la agresión a la joven para ser presentado a las autoridades.

La SSC y la FGJ mantienen en reserva el nombre de ambos policías y el agrupamiento al que pertenecen, mientras se prevé que en las próximas horas se celebre la audiencia para que un juez de control defina su situación jurídica.

La fiscalía abrió dos carpetas de investigación: una por abuso de autoridad y la segunda por lesiones en contra de Melanie.

Por lo pronto, los efectivos fueron suspendidos de sus cargos y se les inició un proceso administrativo en la Dirección General de Asuntos Internos de la SSC para que, en su caso, la Comisión de Orden los expulse y queden impedidos para volver a ser policías.

La FGJ señaló que ambos estuvieron en la Fiscalía de Investigación Estratégica Central en calidad de presentados y en las próximas horas se efectuaría la audiencia respectiva.

En las solicitudes que ayer al mediodía formalizó a la Fiscalía General de la Ciudad de México y a la Comisión de Derechos Humanos local, Sheinbaum exigió que se investiguen, deslinden responsabilidades y se emitan sanciones no sólo a los responsables, sino también a sus mandos, si es el caso.

En los oficios –que fueron difundidos en sus redes sociales–, la mandataria instruyó a los titulares de las secretarías de Seguridad Ciudadana y de Gobierno para que proporcionen toda la información necesaria con el fin de deslindar responsabilidades en las órdenes de mando e identificar a quienes realizaron la agresión.

Agregó que las instrucciones que recibieron los uniformados fue evitar provocaciones y respetar los derechos humanos, lo que no se cumplió a cabalidad.