nunca había visto una crisis así
Domingo 7 de junio de 2020, p. 29
Apenas escucha su nombre, Mario Guerrero corre hacia la puerta principal. Junto a él, otras 20 personas hacen lo mismo. La mayoría usa cubrebocas, pero todos se olvidan de la sana distancia cuando el personal de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo sale con las órdenes de pago.
Se trata de los desempleados por la pandemia de Covid-19 en la Ciudad de México, que todos los días por la mañana llegan hasta la sede de la dependencia en la calzada San Antonio Abad, ya sea para registrarse o para recibir mil 500 pesos durante dos meses que otorga el gobierno capitalino como apoyo a la economía familiar.
La meta de este programa es beneficiar a 92 mil 398 personas, con 630 millones de pesos, de los cuales ya se han entregado 558 millones, es decir, en el primer semestre se han usado prácticamente la totalidad de los recursos del seguro de desempleo presupuestados para todo el año.
A la espera de su turno, don Mario –quien durante más de tres décadas se ha dedicado a lustrar calzado en el barrio San Lucas, en Iztapalapa– se arma de paciencia para recibir su ayuda, pues de su oficio en estos días no hay manera cómo obtener ingresos.
Ahora así está canijo, hay un poco más de gente en las calles, pero el lunes me hice dos boleadas de a 20 pesos; con 40 pesos al día, ¿qué hago? Y eso que no gasto en micros, porque todo el tiempo ando en bicicleta, si no ni para los pasajes saldría.
José Natividad, El Tiburón, músico en Garibaldi, dice: Ya estoy viejo y nunca había visto una crisis así. Esta pandemia nos está afectando económicamente a todos, no nada más aquí, en todas partes. Nosotros vivimos del turismo, pero los negocios están cerrados. Todo está muerto, pero los que tenemos familia y la necesidad, pues salimos a ver si cae algo. Hay días en que nos vamos en blanco
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Desde Cabeza de Juárez, en Iztapalapa, llegó Alejandra González, quien se desempeñaba como mesera en una cocina económica. Como otros, acudió a preguntar los requisitos para obtener el apoyo. Antes pedían que hubieras estado registrado en el IMSS, pero ahorita dicen que no hace falta, vengo a ver si es cierto
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Entre tanta gente, ya sea en fila o sentados sobre la acera, el hastío se rompe cuando cada hora el personal sale a gritar nuevos nombres y de nada sirven los llamados a mantener la distancia.