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Pandemia
La epidemia, amenaza para la estabilidad social, política, sicológica y económica
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de junio de 2020, p. 5

La muerte de algún ser querido, la pérdida del modo de vida y el sustento o el miedo a ser vulnerables a los contagios son situaciones a las que nos enfrentamos en la pandemia de Covid-19 y que pueden llevarnos a la desesperanza. Pero de acuerdo con la doctora en filosofía del trabajo social Karla Salazar Serna, la adversidad no es una condena si se encuentra la forma de actuar positivamente ante ella, es decir, de ser resilientes.

La académica del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México trabaja con familiares de desaparecidos y los ha visto ser resilientes y reconstruir sus vidas tras la pérdida. Para ellas, porque en su mayoría son mujeres, la desgracia no es destino. Ahora, frente al Covid-19, asegura, el resto de la sociedad está enfrentando situaciones semejantes a las de esas personas que han sentido el dolor.

Vulnerabilidad radical

Salazar señala que es indispensable que la sociedad se percate de que esta crisis sanitaria es una amenaza para la vida física, pero también para la estabilidad sicológica, social, política y económica.

En distintos momentos de la vida, todas las personas experimentan situaciones adversas, pero en una crisis como la actual, que pone en juego muchos aspectos de la vida, el agobio y la complejidad pueden multiplicarse y nos ponen en situación de vulnerabilidad radical, señala la especialista, en entrevista telefónica.

Además, hay quienes han resultado particularmente señalados como vulnerables a la pandemia y sus consecuencias, lo que puede resultar en mayores afectaciones para ellos. Por meses nos han dicho que la enfermedad afectará más a la gente mayor, los diabéticos y los pobres. Esto lleva a que estas personas se sientan aún más agobiadas, cosificadas y desgastadas.

La investigadora indica que no hay una receta para ser resilientes, pero sí hay tres elementos para lograr este proceso: la comprensión y aceptación de la realidad, la creencia de que la vida tiene significado y habilidad para generar estrategias o alternativas de solución.

La resiliencia, agrega, es un proceso difícil y complejo, implica un cambio de actitud, emocional y de vida. El pilar de la resiliencia es la flexibilidad, la confianza y la solidaridad.

Explica que frente a la adversidad “tenemos dos opciones: someternos o sobreponernos. El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.

Estamos viviendo cosas inéditas, pero van a pasar. Lo importante es nuestro recorrido a través de esta adversidad: si hay que vivir un duelo, vivámoslo, si sufrimos un despido, enfrentémoslo. Es difícil y nadie tiene la receta para darle reversa a la adversidad, pero hay que hacer un esfuerzo conjunto para enfrentarla.