Londres. El seis veces campeón mundial de Fórmula Uno, Lewis Hamilton, respaldó a los manifestantes contra el racismo que derribaron la estatua de un traficante de esclavos del siglo XVII en la ciudad portuaria inglesa de Bristol e instó a los gobiernos de todo el mundo a tomar medidas similares.

A raíz de la muerte de George Floyd, un afroestadunidense desarmado que estaba bajo custodia policial en Minneapolis, los manifestantes antirracistas en Bristol derribaron el domingo la estatua de Edward Colston antes de arrojarla al río Avon.

En tres publicaciones en Instagram, Hamilton escribió: “Desafío a los funcionarios de los gobiernos de todo el mundo a hacer estos cambios e implementar la eliminación pacífica de estos símbolos racistas.

“La estatua de ese hombre debería permanecer en el río al igual que las 20 mil almas africanas que murieron en su viaje hasta aquí y fueron arrojadas al mar, sin entierro ni memorial. ¡Se las robó a sus familias, a sus países y no debe ser conmemorado!

¡Todas las estatuas de individuos racistas que ganaron dinero vendiendo seres humanos deberían ser derribadas!, dijo Hamilton. ¿Quién es el próximo?

El piloto de 35 años ha apoyado activamente el movimiento Black Lives Matter, criticando el silencio inicial de su propio deporte por la muerte de Floyd, quien perdió la vida asfixiado por la rodilla de un oficial de policía blanco de Estados Unidos el mes pasado.

Es el único piloto de origen africano que ha corrido en la F1 y en el pasado ha dado testimonio de la forma en que tuvo que luchar contra la adversidad para triunfar en un deporte que, según él, es para blancos privilegiados.

Gran embajador

El director gerente de la F1, Ross Brawn, respaldó los comentarios del piloto de Mercedes sobre la injusticia racial y dijo que la máxima categoría del automovilismo está trabajando para mejorar el respeto a la diversidad en todos los niveles.

Lewis es un gran embajador del deporte y sus comentarios son muy válidos, dijo Brawn a Sky Sports. Lo apoyamos completamente.

El alcalde laborista de Bristol, Marvin Rees, de origen jamaicano, dijo a la BBC que como representante electo, no puedo tolerar este daño y estoy muy preocupado por las implicaciones que una manifestación masiva pueden tener sobre una segunda ola de contaminaciones de coronavirus. La estatua podría terminar en un museo.

El primer ministro, Boris Johnson, condenó la violencia durante las manifestaciones antirracistas del fin de semana, pero no hizo comentarios sobre el derribo de la estatua de Colston, quien fue diputado y ayudó financieramente a muchas instituciones de Bristol.