Al referirse a los actos vandálicos que se registraron el lunes en la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador planteó ayer la posibilidad de crear grupos de paz, sin armamento, nada más bien protegidos, para que no se dé motivo a los provocadores de acusar al gobierno de represor, porque nosotros no somos represores.

En la conferencia de prensa matutina informó, al mismo tiempo, que solicitaría la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por el traslado de seis jóvenes detenidos durante las protestas que hubo en Guadajalara, Jalisco, al penal de Puente Grande. “Es lo que podemos hacer.

“Confiamos en la CNDH, siento que está en buenas manos y que van a actuar con justicia.

Al preguntarle sobre las medidas que se podrían implementar durante las manifestaciones, a propósito de los hechos ocurridos en la capital, dijo que el tema se ha abordado en el gabinete de seguridad. Estamos en comunicación constante con la jefa de Gobierno (Claudia Sheinbaum) y la apoyamos para que no esté sola, que todos ayudemos ante estas provocaciones.

Añadió que se analizan alternativas, pues se les provoca porque quieren que haya encontronazo. Refirió que el lunes fueron alrededor de 150 los jóvenes que causaron destrozos y saquearon comercios, pero no intervino la policía de la Ciudad de México, porque la jefa de Gobierno está actuando con tolerancia. No obstante, rechazó que a esos jóvenes se les llame anarquistas, porque en su momento, aclaró, el anarquismo fue una actividad revolucionaria, inteligente, creativa.

Resaltó que la creación de grupos de paz evitaría que policías, al ser atacados, a veces hasta con palos con clavos, caigan en la provocación y "golpeen. Eso también está mal y se debe castigar”.

Consideró que conforme se vayan acercando las elecciones, se irán intensificando las acciones de confrontación, por lo que llamó a no ver a nadie como enemigo; son adversarios.