Miami. El empresario colombiano Alex Saab, señalado por la oposición venezolana de ser un testaferro del presidente Nicolás Maduro, fue arrestado el viernes en Cabo Verde, África, informó ayer su abogada en Miami. Cabo Verde no tiene tratado de extradición con Estados Unidos y la abogada, María Domínguez, no dio más detalles sobre el caso.

Junto a otros colombianos,Saab fue acusado en julio de 2019 en Estados Unidos de lavar dinero según un esquema de sobornos, transfiriendo unos 350 millones de dólares fuera de Venezuela a cuentas en el extranjero que poseían o controlaban.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sostiene que Saab se aprovechó desde 2016 de contratos sobrevalorados vinculados con el plan de ayuda alimentaria de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) venezolanos, en una confabulación que incluye a los tres hijastros de Maduro, así como a 13 compañías en varios países y operaciones ilegales en el sector del oro en Venezuela.

Un alto funcionario estadunidense, en diálogo con Afp bajo condición de anonimato, explicó que ante la escasez de divisas a principios de 2018, Maduro le otorgó a Saab el monopolio de la venta de oro extraído ilegalmente de las selvas del arco minero del Orinoco, vasta zona minera en el sur de Venezuela.

El Tesoro dijo que Saab trabajó con el ex vicepresidente venezolano y actual ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, para montar esa estructura, que tuvo apoyo del Bandes y del Banco Central.

En tanto, el vicepresidente y portavoz del gobierno de Venezuela, Jorge Rodríguez, aseguró ayer que habrá elecciones parlamentarias este mismo año y destacó la importancia del nombramiento de los rectores del Consejo Nacional Electoral por parte del Tribunal Supremo de Justicia.

El líder opositor Juan Guaidó anunció ayer que la opositora Asamblea Nacional, que él encabeza, no reconocerá ninguna acción del CNE nombrado por el Tribunal Supremo de Justicia, lo que descarta la posibilidad de que la mayoría opositora concurra a alguna elección convocada por las nuevas autoridades electorales.

Ése ha sido uno de los primeros obstáculos que hemos tenido a la consecución de acuerdos. Sería mucho más sencillo si hubiera una sola dirigencia opositora, opinó el vicepresidente Rodríguez.