La omisión de las autoridades capitalinas ha permitido la tala clandestina y la construcción de casas de madera o lámina en el cerro Vicente Guerrero, una de las entradas a la sierra de Guadalupe, el pulmón más importante del norte de la ciudad, y recién rehabilitado con una inversión de alrededor de 36 millones de pesos, denunciaron corredores.

Desde febrero pasado, explicaron, presentaron una denuncia escrita a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y a los fiscales generales de Justicia de la Ciudad de México y de la República, Ernestina Godoy y Alejandro Gertz, respectivamente.

La comisión de diversos delitos, sin embargo, no ha derivado en una inspección ocular para impedir que continúen los daños en esta área natural protegida y proceder a la demolición de las construcciones levantadas indebidamente, cercadas con los mismos árboles derribados.

Pablo Álvarez, Jorge Morales, Kevin Salazar y Roberto Osorio explicaron que esta área verde se ubica en la alcadía Gustavo A. Madero, colindante con las colonias Martín Carrera, Santa Isabel Tola, CTM Atzacoalco, El Risco y Gabriel Hernández.

Decenas de corredores la recorrían a diario antes de la contingencia sanitaria por Covid-19, observando en varios lugares cómo se cortaban, talaban y derribaban árboles, y se removía la piedra natural de la zona para instalar construcciones provisionales.

Dijeron que algunas de esas construcciones están ocupadas e incluso algunas han sido cercadas con ramas de los árboles derribados o hay perros agresivos que restringen el acceso a quienes gustamos de correr o caminar, sin que ninguna autoridad se los impida.

Los invasores colocaron un letrero en el que se leía: el Gobierno de la Ciudad de México informa que ésta es un área de uso habitacional, lo cual incita a la gente a invadir el cerro, lo que ocasionará un mayor deterioro a esta área protegida, por lo que llamamos a las autoridades a investigar y castigar a los responsables, señalaron.