Con una elevada tasa de desempleo, endurecimiento de la política migratoria y un deterioro de sus condiciones sociales y humanitarias, los migrantes mexicanos en Estados Unidos enfrentan un escenario desalentador, pues la pandemia profundizó la falta de fuentes de trabajo, situación que afectan principalmente a quienes tienen menores niveles de estudios o están en la informalidad, destacaron especialistas.

Al participar en el seminario Migración y desigualdades frente al Covid-19. El contexto económico, político y social México/Estados Unidos, convocado por El Colegio de México (Colmex), Silvia Giorguli, presidenta de esa casa de estudios, indicó que ante un contexto poco propicio para la modificación de los marcos regulatorios de la migración, es urgente aplicar acciones concretas, así como medidas urgentes, rápidas y efectivas en salud y condiciones de vida de los migrantes. El reto, dijo, es grande.

Recordó que en 2010 se presentó un incremento en la migración de retorno, luego de la crisis económica de 2008, por lo que destacó que tras la epidemia del Covid-19, podemos anticipar que se incrementará también el retorno de migrantes, tanto por factores de salud, como de desempleo, por lo que se deberá de considerar la insuficiencia de servicios de salud, así como los trámites burocráticos que muchas veces son una barrera para que quienes retornan accedan a su derecho a la salud.

Las investigadoras Liliana Meza y Carla Pederzini, quienes abordaron el impacto en el campo laboral, señalaron que el efecto de la pandemia por Covid-19 se suma al mal desempeño de la economía mexicana y al desempleo en el país.